Lista de personajes de Dilbert


El personaje principal de la tira, Dilbert es un estereotipo de hombre soltero con mentalidad técnica. Antes de octubre de 2014, por lo general vestía una camisa de vestir blanca, pantalones negros y una corbata a rayas rojas y negras que inexplicablemente se curva hacia arriba; desde entonces, ha usado una camiseta polo roja con una placa con su nombre en un cordón alrededor de su cuello. Dilbert recibió su maestría en ingeniería eléctrica del MIT; entiende bien la ingeniería y tiene buenas ideas, pero tiene una mala vida social. Ni atractivo ni bendecido con tremendas gracias sociales, Dilbert es capaz, pero ignorado en el trabajo y lucha con su vida romántica. Si bien se lo ve con frecuencia teniendo citas con mujeres elegibles, sus citas casi invariablemente terminan en un desastre, generalmente de manera surrealista y extraña. Dilbert ama las computadoras y la tecnología y pasará gran parte de su tiempo libre jugando con esas cosas. Tuvo una novia llamada Liz durante poco más de dos años, pero ella comenzó a salir con otros hombres y dijo que todavía saldría con Dilbert, pero que saldría con otros hombres al mismo tiempo.

El gerente ajeno a Dilbert y los otros ingenieros, [1] y, a veces, el principal antagonista de la tira; su verdadero nombre nunca se menciona. Scott Adams afirma que nunca lo nombró para que la gente pueda imaginarlo como su jefe. Mencionado por primera vez el 20 de abril de 1989, [2] fue representado como un estereotípico gerente medio calvo de mediana edad con papada; [3] no fue hasta el 21 de octubre de 1991 [4]que desarrolló su firma "pelo puntiagudo" y las papadas desaparecieron. Es irremediablemente incompetente en la gestión y, a menudo, trata de compensar su falta de habilidades con innumerables sesiones de terapia grupal y estrategias comerciales que generalmente nunca dan frutos. No entiende los problemas técnicos, pero siempre trata de disfrazarlos, generalmente usando palabras de moda que tampoco entiende. El Jefe trata a sus empleados alternativamente con entusiasmo o descuido; a menudo los usa para sus propios fines sin importar las consecuencias para ellos. El propio Adams escribió que "no es sádico, simplemente indiferente". Su nivel de inteligencia varía de casi vegetativo a perceptivo e inteligente, según las necesidades cómicas de la tira. Sin embargo, su total falta de ética comercial consistente es perfectamente consistente.


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