Creado por Thomas Lawrence y Roy Suddaby (2006, pp. 217), el concepto de trabajo institucional se refiere a “la amplia categoría de acción intencional destinada a crear, mantener y desbaratar instituciones y negocios”. [1] El enfoque del trabajo institucional se aleja de la erudición institucional más tradicional que ofrece relatos sólidos de los procesos a través de los cuales las instituciones gobiernan la acción y, en cambio, examina cómo la agencia activa de los individuos afecta a las instituciones. [2]Más recientemente, se explora el valor agregado del concepto en el contexto de la gobernanza ambiental, donde ofrece nuevas oportunidades para analizar las interacciones entre actores y estructuras institucionales que producen estabilidad y flexibilidad en los sistemas de gobernanza. [3]
En un trabajo posterior, Lawrence et al. (2011, pp. 52–53) especificó el interés del trabajo institucional en “la miríada de instancias equívocas cotidianas de agencia que, aunque apuntan a afectar el orden institucional, representan una mezcla compleja de formas de agencia: exitosa y no, a la vez radical y conservador, estratégico y emocional, lleno de compromisos y plagado de consecuencias no deseadas . [4]