Jack Burke (1869–1913) fue un boxeador que luchó en la batalla de ring enguantada más larga registrada a fines del siglo XIX.
Burke disputó 110 asaltos con Andy Bowen en el Olympic Club de Nueva Orleans el 6 de abril de 1893, en un combate que duró 7 horas y 19 minutos. La pelea de maratón fue declarada "sin competencia" por el árbitro John Duffy cuando ninguno de los dos pudo continuar. Burke se rompió todos los huesos de ambas manos y permaneció postrado en cama durante 6 semanas después de la pelea. Burke consideró retirarse después de la pelea, pero optó por seguir compitiendo. Andy Bowen originalmente había programado la pelea con otro oponente, sin embargo, después de abandonar la pelea, Jack Burke, quien era el entrenador de este último, peleó la pelea en su lugar.
Se informó que la pelea duró tanto que los espectadores que se quedaron para ver la pelea se habían quedado dormidos en sus asientos. También se registró que en la ronda 108, sin un final claro a la vista, el árbitro John Duffy tomó la decisión de que si no había ningún ganador en las siguientes 2 rondas, la pelea se declararía nula.
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