Juana Mansilla


Juana Mansilla (fl. 1508–1528), fue una de las primeras mujeres que se sabe que participó en la conquista de México. Fue una colona española, mujer noble, enfermera de campo de batalla y supuesta bruja del siglo XVI.

Bernal Díaz del Castillo la incluye en el grupo de "mujeres excepcionales" que ensalza por su valentía e inteligencia (junto a Isabel Rodríguez , La Malinche , María Estrada , Beatriz Bermúdez de Velasco , y otras.

Llegó a América en 1508, junto con su esposo, Alonso Valiente -primo de Hernán Cortés- y otros conquistadores y sus esposas, de otros conquistadores, para ayudar a desarrollar el asentamiento allí. No tenemos registros de su labor específica durante la fundación o desarrollo de la colonia, como es el caso de la mayoría de las mujeres que acompañaron a Colón y a los conquistadores españoles, pero sí tenemos vagos registros de su papel como principales pobladoras y del impresionante desarrollo que los asentamientos sufrieron en ausencia de la mayoría de los hombres. El papel de Masilla y de las mujeres que viajaron con ella y sus maridos por México fue comparable al papel de la mujer en la conquista americana del occidente. [1]Debido a su papel crucial en la fundación y desarrollo de la ciudad de Puebla de los Ángeles , fundada por su esposo, en las biografías de personajes históricos de Puebla de Cruz se la ha referido como "La Gran Dama del siglo XVI".

en 1520 acompañó a Cortés -ya su marido- durante parte de sus exploraciones. Desempeñó un papel muy activo como ¨"médica de campo" durante las cruentas batallas del sitio de Tenochtitlán . [2] [3]

En 1525 Cortés partió con sus hombres y muchos aliados nativos a una nueva expedición de conquista. Dejó a Gonzalo de Salazar a cargo del asentamiento de Puebla. Juana también se quedó en Puebla, junto con la mayoría de las mujeres. Tanto Bernal Díaz del Castillo como Francisco López de Gómaranarra cómo Salazar trató de persuadir a las esposas de los conquistadores de que sus maridos estaban muertos y todos debían volver a casarse. Juana se negó a creer esta noticia sin pruebas y resistió los intentos de Salazar de tomar el poder de la región. Cuando la presionan para que se case con otro hombre, ella se niega y convence a otras mujeres para que sigan su ejemplo. Por ello, y según López y Díaz del Castillo, Salazar optó por humillarla azotándola en la plaza pública. Para tener una excusa para hacerlo, la acusa de brujería, acusación que la mayoría de la ciudad no cree. Juana resistió hasta el regreso de Cortés y sus hombres, que sí estaban vivos. [4]

A pesar de su condición de heroína colonial y su reputación de "mujer de carácter", su esposo se enamoró perdidamente de la nativa americana María Monctezuma . Repudió a Juana y obligó a un cura -a punta de pistola, ya que el cura se negaba a aceptar sus razones para repudiar a Juana- a casarlo con María. Como era de esperar, sus razones para repudiar a Juana también fueron consideradas inválidas por el Papa, y su matrimonio con María fue disuelto por la fuerza. [6]