Lorenzo Domínguez


Lorenzo Domínguez ( Santiago de Chile 1901- Mendoza, Argentina 1963) fue un prolífico escultor latinoamericano cuyo arte es una síntesis deliberada y personal de la estética precolombina y rapa nui (Isla de Pascua) con una formación artística europea.

El arte de Lorenzo Domínguez es la antítesis de la idea de "autoctonía" y "unidad cultural". De hecho, su vida de migraciones constantes y duraderas a través de continentes ya través de múltiples países podría usarse como un ejemplo de las limitaciones de un enfoque nacionalista de la historia del arte. Nació en Santiago de Chile en 1901. [1] Pasó su infancia y adolescencia en Santiago, pero de niño permaneció un año entero en un internado de Málaga , en el sur de España. Durante su juventud pasó diez años en Madrid , España , donde comenzó a esculpir. A los treinta años regresó a Santiago de Chile. Allí continuó esculpiendo y comenzó a dar clases de escultura en la universidad. Durante elGuerra Civil Española se fue a Barcelona [2] por unos meses. Luego pasó un año en París , frecuentando algunos famosos talleres de escultura. A los cuarenta años se trasladó a Argentina, donde residió durante casi veinte años en las ciudades de Mendoza y Tucumán , impartiendo clases en la universidad y realizando esculturas, chapas en relieve y dibujos. En enero de 1960 viajó a Isla de Pascua [3] o Rapa Nui , donde pasó trece meses estudiando los tesoros artísticos de la Isla y creando sus propios dibujos y esculturas. Regresó a Argentina en febrero de 1961. En 1963 murió en Mendoza a la edad de sesenta y un años.

Definirlo como chileno, o argentino o europeo por el lugar en que nació, o aprendió a esculpir, o trabajó, sería reduccionista. Lorenzo Domínguez fue un artista latinoamericano que vivió su vida artística bajo el signo de ciertos sincretismos. Antes de su encuentro con Isla de Pascua, el artista sintetizó las perspectivas artísticas españolas y francesas adquiridas durante sus años de formación con ciertos rasgos artísticos precolombinos latinoamericanos, como privilegiar la piedra sobre otros materiales escultóricos clásicos como el bronce o la madera, o privilegiar las piedras locales sobre el más tradicional mármol de Carrara, o utilizando la técnica del tallado directo. El encuentro con los moais y los petroglifosde Isla de Pascua, no es sentida por Lorenzo Domínguez como la incorporación de un elemento "foráneo", sino como una continuidad: a sus ojos, la Isla de Pascua, con sus “piedras que parecen esculturas y sus esculturas que parecen simples piedras” da forma al sueño de Miguel Ángel de "esculpir las montañas", como dice en sus diarios de Isla de Pascua. [4] El encuentro con Isla de Pascua y con una estética signada tanto por la monumentalidad como por la línea, ofrece a Domínguez la oportunidad de una nueva síntesis de elementos artísticos europeos, precolombinos latinoamericanos y rapa nui.