El contrato de masoveria es una institución catalana que se remonta al siglo X y todavía se practica ampliamente. Es una forma de aparcería mediante la cual el propietario de una finca rural encarga a una persona física ( masover o arrendatario) que trabaje en la finca a cambio de un porcentaje de los resultados de la cosecha o producción de la finca. [1] Suele implicar también el derecho a vivir en la finca, a menudo en una propiedad diferente del edificio principal, propiamente conocida como masoveria .
Dentro del concepto de masoveria existen contratos que no implican agricultura sino que hacen referencia a otros servicios relacionados con el funcionamiento o el mantenimiento de una propiedad, como jardinero, cocinero, conductor, etc.
En el siglo XXI el concepto medieval se expande hacia lo que se denomina masoveria urbana , que es básicamente una interpretación de la institución de la masoveria rural aplicada al inmueble urbano. Consiste en el derecho a vivir en la propiedad ajena a cambio de reparaciones y mejoras de la finca. Ante el estallido de la burbuja inmobiliaria y el impacto de sus consecuencias económicas desde 2008, muchos grupos sociales han estado buscando formas alternativas, más solidarias y sostenibles para garantizar su derecho a la vivienda.
La idea es que el propietario de un edificio o casa desocupada ceda el derecho a vivir en el inmueble a una persona o grupo de personas que, a cambio de no pagar el alquiler, se comprometen a reformar y / o mantener la vivienda en buen estado. De hecho, es un sistema que beneficia a ambas partes: por un lado, permite que personas sin recursos encuentren alternativas a la vivienda más allá de la vivienda protegida, que también es escasa; por otro lado, le da al propietario la oportunidad de asegurarse de que su propiedad reciba mantenimiento mientras contribuye a un propósito social. Numerosas ciudades y pueblos de Cataluña se han adherido a esta idea y asesoran y solicitan asistencia para la concreción de dichos contratos.
Historia
Establecido a principios de la independencia de los condados catalanes del dominio franco (siglo X), se inspiró en su antecesor gótico , derivado a su vez de la institución romana del apartiarius , o partes compartidas . Históricamente, esta figura se ha utilizado principalmente en aquellos territorios donde la agricultura directa era menos rentable. Mediante la masovería , los propietarios de latifundios aseguraron el máximo rendimiento posible de sus posesiones mediante la atomización de la unidad de explotación, y especialmente mediante el reparto de riesgos con un explotador directo absolutamente dependiente de la rentabilidad de esta explotación.
Referencias
- Sòria i Ràfols, Ramon (1989). Diccionari Barcanova d'història de Catalunya . Barcelona: Barcanova. ISBN 978-8475334578.