Siembra matricial


La siembra en matriz es una forma de jardinería autosostenible, que se centra en plantaciones atractivas que a menudo son puramente ornamentales, pero que pueden incluir plantas medicinales y que producen alimentos.

La siembra matricial se basa en hacer coincidir la planta con el espacio. La idea es que, cuando se hace con éxito, las plantas reemplazan las palas, rastrillos y azadones como controladores de lo que sucede en el jardín.

Las flores silvestres crecen en todo el mundo sin la ayuda de los humanos. Tienen éxito porque las plantas dentro de cada comunidad vegetal han establecido un equilibrio entre sí: cada una obtiene una parte de los recursos, el espacio vital y las oportunidades para reproducirse.

La siembra matricial se basa en este modelo natural. Su objetivo es establecer comunidades autosuficientes similares en jardines, reuniendo plantas que se fusionan entre sí en un equilibrio: todas sobreviven y florecen; las malas hierbas están excluidas.

La siembra matricial se basa en elegir y manejar plantas de manera que les permitan formar matrices similares en el jardín. El objetivo es permitir que las plantas ocupen el suelo y el espacio encima de él de manera tan eficaz que no quede espacio para las malas hierbas y hacerlo de forma decorativa y que simpatice con el entorno del jardín.

El objetivo de la siembra matricial es 1) fomentar las plantas que sí desea y 2) desalentar las plantas que no desea. La clave del éxito radica en la elección de las plantas. Las elecciones mal juzgadas dan como resultado el dominio excesivo de una o dos especies y la desaparición de aquellas que no pueden hacer frente. Las elecciones bien fundamentadas conducen al establecimiento de comunidades persistentes de plantas que son diversas, se renuevan por sí mismas, son resistentes a la invasión de malezas y se ven atractivas. No es posible plantar y alejarse, ya que las matrices requieren tiempo para desarrollarse y dependen de una gestión positiva, en lugar de neutral.