Miłosz Magin


Nacido en Łódź , Polonia, Miłosz Magin mostró considerables habilidades musicales desde la primera infancia. Fue alumno de piano con Margerita Trombini-Kazuro y de composición con Kazimierz Sikorski y Jan Maklakiewicz ; a este último lo consideraba su padre espiritual. Magin también estudió violín, violonchelo y ballet. En 1957, completó sus estudios de piano, composición y dirección, graduándose con distinción en la Escuela Superior de Música de Varsovia.

Miłosz Magin ganó premios en varios concursos internacionales de primer nivel: el V Concurso Internacional de Piano Chopin en Varsovia (mención de honor), el Concurso Marguerite Long-Jacques Thibaud en París y el Concurso Vianna da Motta en Lisboa. Dejó su país natal junto con su esposa Idalia Magin y permaneció en Portugal, Alemania e Inglaterra hasta instalarse finalmente en París en 1960.

La carrera de Magin como solista internacional se interrumpió repentinamente en 1963 después de que se rompiera la muñeca izquierda en un accidente automovilístico. Sin embargo, finalmente recuperó sus habilidades para tocar, y en 1968 comenzó a grabar las obras completas de Chopin para Decca, que ahora se considera una grabación de referencia (Universal hizo una reedición completa en CD en 2000).

Durante sus años de recuperación, Magin volvió a la composición, que se convirtió en una de sus principales prioridades para el resto de su vida. Prodigioso virtuoso del piano, ofrecía regularmente conciertos en diferentes países del mundo, interpretando principalmente obras de Chopin, su compositor favorito, pero también obras de Mozart y de varios compositores polacos, franceses y rusos, además de su propia música.

Paralelamente a su carrera como pianista y compositor, Miłosz Magin se convirtió en un maestro popular entre los estudiantes que acudían a él de todo el mundo, incluidos artistas tan famosos como Jean-Marc Luisada . Según sus alumnos, Magin fue un maestro excepcional, no solo compartiendo su conocimiento, sino también teniendo el don de inspirar y aconsejar con tacto mientras exigía altos estándares a sus alumnos.

Dejó un cuerpo musical considerable: obras para piano, incluidas cuatro sonatas y colecciones para jóvenes pianistas, varios conciertos (cuatro para piano, dos para violín, uno de cada uno para violonchelo y clarinete), dos sinfonías y un ballet, así como obras vocales y orquestales. Sin apegarse a ningún estilo musical en particular, la música de Miłosz Magin se destaca por su equilibrio entre la melodía, la armonía y el juego rítmico. A menudo se inspiraba en los ritmos de su Polonia natal. Apreciadas por el público, sus obras ahora se graban y publican, así como también forman parte del repertorio de grandes intérpretes.


La tumba de Magin en París .