Museo de San Maximiliano Kolbe "Había un Hombre"


Museo de San Maximiliano Kolbe "Había un hombre" (en polaco: Muzeum św. Maksymiliana "Był człowiek" ) - es un museo ubicado en el monasterio de Niepokalanów en el centro de Polonia. Dedicado a la vida y obra de su fundador, el padre Maximiliano Kolbe , la actividad de evangelización de Niepokalanów y las misiones franciscanas en todo el mundo.

El museo está ubicado en uno de los edificios antiguos de Niepokalanów , donde solía haber una lavandería y un taller de carpintería. La exposición , que abarca tres salas, fue creada por los empleados del Museo de la ciudad de Pabianice . [1] Ahora está abierto a los visitantes todos los días de 8:00 a 18:00.

El 6 de agosto de 1998, dos compartimentos del museo fueron abiertos al público y bendecidos por el cardenal Józef Glemp , quien expresó su esperanza de que la nueva exposición sea una buena catequesis , mostrando a los visitantes un camino más corto hacia Dios . Un mes después, el 20 de septiembre de 1998, el museo fue ampliado y un tercer compartimento (misionero) fue inaugurado por el obispo franciscano Jan Wilk, que trabajaba en la misión de Brasil.

En el primer compartimento los visitantes son recibidos por la estatua de San Maximiliano, realizada en bronce por el escultor italiano Roberto Joppolo de Viterbo . La estatua fue bendecida por el Papa Juan Pablo II en octubre de 1982 durante la ceremonia de canonización de San Maximiliano Kolbe.

En la segunda parte, el visitante puede ver fotografías y exhibiciones de antes de la guerra con explicaciones sobre la vida y la actividad del fundador de Niepokalanów , San Maximiliano, desde su infancia, juventud, estudios, misión en Japón hasta la construcción de un gran monasterio editorial, llamado Niepokalanów. [2] También hay una réplica de su segundo piso en el monasterio, [3] donde vivió desde 1936 (después de regresar de Japón) hasta 1941 (cuando fue arrestado). La tercera sala presenta la colección de las misiones franciscanas en el mundo, ofrecida en su mayoría por los misioneros que trabajan en Japón, Brasil, Zambia, Perú, Kenia o Tanzania.

Hay algunas piezas peculiares en esta colección:
- un retrato de San Maximiliano hecho con sellos postales;
- pirañas secas y piel de serpiente exótica;
- una imagen de la Madre de Dios tejida con granos de cereal.