Sistema nacional de innovación


El Sistema Nacional de Innovación (también NIS , Sistema Nacional de Innovación ) es el flujo de tecnología e información entre personas, empresas e instituciones que es clave para el proceso innovador a nivel nacional. De acuerdo con la teoría del sistema de innovación , la innovación y el desarrollo tecnológico son el resultado de un conjunto complejo de relaciones entre los actores del sistema, que incluye empresas, universidades e institutos de investigación gubernamentales.

El término Sistema Nacional de Innovación se originó cuando Christopher Freeman y Bengt-Åke Lundvall trabajaron juntos a fines de la década de 1980. La investigación de Freeman se basó en gran medida en la economía política de Friedrich List y su relato histórico del surgimiento de Japón como una superpotencia económica. El trabajo de Lundvall exploró las importantes interacciones sociales entre proveedores y clientes y su papel en el fomento de la innovación en Dinamarca. Aparte de una definición general, como la anterior, no existe una definición canónica de los sistemas nacionales de innovación. Algunas definiciones dominantes se enumeran a continuación (citadas en una publicación de la OCDE ) [1] que se superponen bastante:

El desempeño innovador de un país depende en gran medida de cómo estos actores se relacionan entre sí como elementos de un sistema colectivo de creación y uso del conocimiento, así como de las tecnologías que utilizan. Por ejemplo, los institutos públicos de investigación, la academia y la industria sirven como productores de investigación que llevan a cabo actividades de I+D. Por otro lado, los gobiernos, ya sean centrales o regionales, desempeñan el papel de coordinador entre los productores de investigación en términos de sus instrumentos de política, visiones y perspectivas para el futuro. Además, para promover la innovación, los diferentes actores innovadores deben tener fuertes vínculos entre sí basados ​​en un fuerte nivel de confianza y los gobiernos deben promover y activar la confianza entre los diferentes actores de la innovación. [7]Los vínculos pueden adoptar la forma de investigación conjunta, intercambio de personal, patentes cruzadas y compra de equipos. [1] Finalmente, los NSI están conformados por distintas cualidades socioculturales de las comunidades nacionales. Por lo tanto, existen trayectorias nacionales de innovación, orientación tecnológica y aprendizaje, lo que da como resultado que cada nación, sea muy desarrollada o no, tenga algún tipo de INE, funcione bien o no. [8]Además, muchos académicos han visto los factores de éxito de NSI en la creación de instituciones y organizaciones de apoyo (con un papel clave en la educación) y vínculos de colaboración que unen escalas en las políticas de innovación a lo largo de los diversos elementos que constituyen un NSI. Los ejemplos incluyen la I+D pública y las empresas, así como los objetivos comunes y las culturas innovadoras de los agentes, lo que en conjunto implica un progreso y sinergias que se refuerzan a sí mismos. Las diferencias en las estructuras y estrategias de NSI entre varios países económicamente exitosos indican, sin embargo, que no existe una receta universal de mejores prácticas. [8]