La Perla del Palatinado es una perla , guardada con las Joyas de la Corona de Baviera , pero distinta . La perla es única en la medida en que es una de las pocas perlas en parte negras y en parte blancas que se producen de forma natural. La perla está engastada entre dos serpientes con incrustaciones de diamantes, que sobresalen de un lecho de hojas, flanqueadas por dos flores. Si bien se desconocen los orígenes exactos de la perla, aparece por primera vez entre las Joyas de la Corona Real de Baviera, que eran la familia gobernante del Palatinado , que dio su nombre a la perla (y posiblemente su origen). Habiendo viajado con sus diferentes propietarios reales de castillo en castillo, la perla llegó a Munich a finales del siglo XVIII con su dueño en ese momento, el conde del Palatino Charles Theodore., habiendo ascendido al título de duque de Baviera, tras la extinción de la rama bávara menor de su familia. [1]