Masacre de Parque Oeste


La masacre de Parque Oeste fue el asesinato de dos campesinos sin tierra por parte de la policía militar el 16 de febrero de 2005, en el estado de Goiás , Brasil . Los agricultores formaban parte de un grupo de 3000 a 4000 familias que ocupaban tierras abandonadas y que fueron desalojadas por la policía militar.

A principios de 2005, alrededor de 3000 a 4000 familias ocupaban un área de "Sonho Real" (Sueño Real) en el Parque Oeste Industrial en Goiânia . Durante una campaña electoral, el gobernador Marconi Perillo del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y la alcaldesa Iris Rezende (PMDB) habían prometido públicamente que la comunidad podría quedarse y nunca sería desalojada del área. Sin embargo, del 6 al 15 de febrero, la policía militar inició una acción de recuperación denominada "Operação Inquietação" ( Operación Inquietud). Rodearon la zona con vehículos, impidieron la entrada y salida de personas y cortaron el suministro eléctrico. Con las sirenas encendidas, el sonido de disparos y explosiones, gas pimienta y gases lacrimógenos, la policía militar promovió el terror entre los vecinos y traumatizó a los niños. [1]

Luego de esta acción militar, el 16 de febrero, la policía militar inició un asedio denominado "Operação Triunfo" ( Operación Triunfo ) cuando en 1 hora y 45 minutos unas 14.000 personas fueron desalojadas a la fuerza de sus viviendas. Durante esta lucha, dos vagabundos, Wagner da Silva Moreira (21) y Pedro Nascimento da Silva (24), fueron asesinados tras recibir disparos en el pecho y el estómago, respectivamente, cuarenta resultaron heridos (incluido un parapléjico, Marcelo Henrique) y 800 fueron arrestados. [2] [3]

Aproximadamente 2.500 personas pernoctaron en la Catedral de Goiânia, y luego fueron alojadas en los Ginásios de Esportes del barrio Novo Horizonte y Capuava durante tres meses y en el Acampamento do Grajaú durante más de tres años. Durante este período varias personas, principalmente niños y ancianos, fallecieron como consecuencia de las malas condiciones de vida, totalizando más de 20 muertos hasta la entrega de las primeras viviendas en la Real Conquista; además, se informó de la desaparición de varias personas y se sospecharon muertes no identificadas. [4]

En 2014, luego de nueve años de disputa judicial por la federalización de las investigaciones, se presentó el "caso Parque Oeste Industrial" en la justicia estatal, que concluyó que "no hubo exceso de la policía" que actuó en el desalojo. [5]