tesoro pirata


Pirate Treasure es una serie de películas de Universal de 1934. Fue la vigésima primera serie sonora lanzada por Universal, de las sesenta y nueve que lanzaron en total (fue la octogésimo novena serie si se consideran también las series mudas de Universal, de un total de 137 series). Fue un raro ejemplo del género de capa y espada en el medio cinematográfico en serie.

Ray Taylor dirigió a Richard Talmadge , Lucille Lund y Walter Miller (como el héroe, el interés amoroso y el villano, respectivamente). La serie es especialmente elogiada por el trabajo de acrobacias de Talmadge.

El aviador Dick Moreland usa sus ganancias de un vuelo reciente para financiar una expedición para recuperar el tesoro enterrado por su antepasado pirata. Sin embargo, Stanley Brasset, otro miembro del club de Moreland, roba su mapa y se propone encontrar el tesoro por sí mismo. Dorothy Craig se involucra cuando Dick necesita su auto para perseguir a los secuaces de Brasset y recuperar el mapa, lo que resulta en el secuestro de Dorothy y la necesidad de que Dick la rescate. Cuando se le habla del tesoro, Dorothy ofrece el yate de su padre para llevarlos a la isla. Incapaz de retener el mapa, Brasset se une a la expedición (su identidad como el villano es desconocida para los protagonistas) con secuaces escondidos a bordo. Los secuaces son descubiertos e intentan apoderarse del barco en ruta hacia el Caribe, pero fallan. Brasset los libera nuevamente después de su llegada para evitar que Dick recupere el tesoro. El cofre del tesoro en sí está vacío y la búsqueda de las dos partes continúa en la isla. Los nativos de la isla finalmente capturan a Brasset y sus secuaces y planean sacrificarlos. Dick interviene y los traen de regreso a Estados Unidos como prisioneros.

Debido a su espeluznante trasfondo y al trabajo de acrobacias de Richard Talmadge, Cline considera a Pirate Treasure como la más memorable de las series de disfraces. [1] Hans J. Wollstein en Allmovie no considera que la actuación o la escritura sean de alto nivel, pero elogia las acrobacias: "Las acrobacias de Talmadge son tan emocionantes hoy como debieron haber sido en 1934". Wollstein destaca especialmente la acrobacia del capítulo tres ( Wheels of Fate ) en la que Talmadge cae entre toldos desde lo alto de un edificio.