Rosa Branson MBE (nacida en 1933) es una pintora y diseñadora de telas británica, [1] que vive en Highgate, Londres. Es hija de Clive Branson [2] y Noreen Branson , y prima segunda de Richard Branson .
Rosa se graduó de la Escuela de Arte Camberwell como pintora, [3] y después de estudiar en la Escuela Slade, se formó con el profesor Helmut Ruhemann, el Restaurador Jefe de la Galería Nacional, y pasó seis años copiando obras de los Antiguos Maestros en la Galería Nacional de Londres.
En su carrera, Rosa ha trabajado en el diseño de collage de telas, acuarela y diseño de vidrio, pero su principal especialidad es la técnica de pintura al óleo de los Antiguos Maestros, que consiste en superponer sutiles veladuras de pintura translúcida entre sí. En palabras de Rosa, está pintando el "mundo moderno utilizando la técnica de los viejos maestros".
En una carrera que abarca más de 60 años, ha cubierto una variedad de temas, incluidos el retrato, la naturaleza muerta, el paisaje, además de producir muchas pinturas benéficas a gran escala para organizaciones como Oxfam, la Cruz Roja y el Ejército de Salvación. En 2010 reconocida por sus logros en el arte y el trabajo benéfico con la MBE.
Rosa está asociada con The Worlington Movement, que busca promover la formación clásica de los estudiantes de arte y ayudar a los artistas jóvenes a adquirir habilidades esenciales en el dibujo y la pintura al óleo. Dirige un ajetreado estudio en Highgate, ayudando en el desarrollo de artistas como Heath Rosselli Yuliya Lennon Tanja Hassel, Tracy Field, Cynthia Anatole, Dawn Kay y Sandra Busby.
Nacida de Clive y Noreen Branson, Rosa tuvo una educación notable. Sus dos padres procedían de un entorno adinerado, pero decidieron abandonar sus vidas privilegiadas para unirse al Partido Comunista y vivir en Battersea. Más tarde, su madre se convirtió en historiadora del Partido Comunista. Su padre, un artista de éxito, fue asesinado en Birmania a la edad de 36 años, lo que afectó profundamente a Rosa. Antes de su muerte, su padre le prometió enseñarle a pintar, lo que hizo que Rosa decidiera convertirse en una verdadera pintora.