Sharpe's Prey es la quinta novela histórica de la serie Richard Sharpe de Bernard Cornwell, publicada por primera vez en 2001. La historia se desarrolla en 1807 durante las Guerras Napoleónicas .
El segundo teniente Richard Sharpe es enviado a Copenhague en 1807 con el trabajo de proteger a un noble en una misión secreta. Sharpe pronto descubre que su tarea se ve complicada por traidores, espías y el bombardeo de Copenhague .
Corre el año 1807 y Richard Sharpe se encuentra en un momento muy bajo de su vida. Su amada amante aristocrática, Lady Grace Hale, murió al dar a luz, junto con su hijo recién nacido. Los abogados de su familia luego tomaron toda la riqueza de Sharpe (botín que obtuvo luchando en la India), alegando que era de Grace y que ahora vuelve a su familia. Indigente y relegado al trabajo servil de intendente, Sharpe está en las calles de Londres, contemplando dejar el ejército.
Primero, sin embargo, vuelve a visitar el hogar de expósitos donde se crió para vengarse. Roba y mata a Jem Hocking, su torturador de la infancia.
Luego, un ex oficial al mando, el mayor general David Baird, lo encuentra en un pub. Al capitán John Lavisser se le asignó un guardaespaldas para una misión secreta en Copenhague, pero el guardaespaldas murió, supuestamente por un bandido común , y se necesita un reemplazo de inmediato. Baird convence a Sharpe para que acepte el trabajo. Lavisser no quiere un guardaespaldas ya que tiene un sirviente enorme llamado Barker, pero las órdenes son las órdenes. Lord Pumphrey, del Foreign Office, le da a Sharpe un contacto en caso de que tenga problemas.
Dinamarca es neutral, pero tiene una flota poderosa. Napoleón quiere reemplazar los barcos que Francia perdió en la Batalla de Trafalgar , y Gran Bretaña está igualmente decidida a asegurarse de que eso no suceda. La tarea de Lavisser es sobornar al príncipe heredero danés para que entregue la flota para su custodia. (El abuelo de Lavisser es el chambelán del príncipe, y también están relacionados por matrimonio). Si eso falla, los británicos tendrán que apoderarse de los barcos por la fuerza.