Tales of Hemingway es un concierto para violonchelo y orquesta compuesto en 2015 por el compositor estadounidense Michael Daugherty . La música está inspirada en los escritos del famoso escritor estadounidense Ernest Hemingway .
El concierto fue originalmente encargado por la Sinfónica de Nashville y un consorcio que incluía la Sinfónica de Asheville, la Orquesta Sinfónica de Detroit , la Orquesta Sinfónica de El Paso, la Filarmónica de Erie , la Sinfónica de Redwood y la Orquesta Sinfónica de Virginia . El estreno mundial estuvo a cargo de la Sinfónica de Nashville dirigida por Giancarlo Guerrero , con el violonchelista Zuill Bailey el 17 de abril de 2015 en el Schermerhorn Symphony Center en el centro de Nashville, Tennessee .
La presentación de estreno mundial fue revisada por el crítico musical de Nashville John Pitcher. Su análisis fue que el compositor "abordó su trabajo como una especie de paisajista sonoro [...] El violonchelista Zuill Bailey tocó con un tono sensual y delicadeza técnica. El director musical Giancarlo Guerrero y la NSO proporcionaron un acompañamiento colorido y dramático". [1] El estreno en el Medio Oeste estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica de Detroit. El escritor musical de Detroit Free Press , Mark Stryker, describió el trabajo como un "elenco emocional más conmovedor ... una amplitud de color, textura, dinámica y sentimiento en la virtuosa escritura en solitario". [2]
El concierto fue grabado en 2015 con la Sinfónica de Nashville y lanzado con el sello Naxos . Muchos críticos evaluaron la grabación de manera muy favorable, incluido un 10/10 para ambas categorías de calidad artística y calidad de sonido del crítico musical David Hurwitz . [3]
Tales of Hemingway para violonchelo y orquesta (2015) retrata cuatro de las historias del novelista en música de dramatismo y poesía arrolladores. Daugherty envía el violonchelo a las alturas y canta con la orquesta mientras invoca momentos clave en los libros de Hemingway. La escritura en solitario requiere un artista de persuasión elocuente, y Zuill Bailey satisface con creces las demandas de la partitura con una interpretación que combina fervor y poesía. [4]
En febrero de 2017, la pieza ganó tres premios Grammy , como Mejor Compendio Clásico , Mejor Solista Instrumental Clásico y Mejor Composición Clásica Contemporánea . [5]