El sonido de un caracol salvaje comiendo
El libro describe las observaciones del autor de un caracol terrestre individual en la especie Neohelix albolabris , que vivía en un terrario junto a ella mientras estaba confinada a la cama debido a una enfermedad. La presencia del caracol brindó a la autora la oportunidad de descubrir las peculiaridades de su anatomía y comportamiento, y la ayudó a sobrellevar su propia enfermedad. [1] También profundizó en los aspectos científicos de la historia natural de su pequeña invitada, y tomó conciencia de la riqueza de su existencia . [2] En la última página del libro, Tova Bailey desea que los caracoles terrestres sobrevivan a la extinción del Holoceno en curso .
Un cortometraje (15'), inspirado en el libro y dirigido por la propia Elisabeth Tova Bailey, se presentó en 2019 en la 8ª edición del Brattleboro Film Festival [7] y entró en la selección oficial del American Conservation Film Festival 2019 [8 ]
