Abanderados Internacional


Torchbearers International consta de una afiliación de 26 centros en todo el mundo. [1] Torchbearers International fue fundada por el evangelista y autor Major W. Ian Thomas , en Inglaterra, en 1947. La sede se encuentra ahora en Ravencrest Chalet, Estes Park, Colorado, EE. UU.

El objetivo de Torchbearers International es proporcionar educación cristiana práctica para desarrollar el crecimiento espiritual personal, preparar a las personas para una vida de iglesia eficaz y enseñar un conocimiento práctico de la Biblia. La organización trabaja proporcionando varias escuelas bíblicas y centros de conferencias cristianas en todo el mundo. [2]

El fundador de Torchbearers, Major W. Ian Thomas , fue un maestro evangélico a menudo identificado con el ministerio de la Convención de Keswick . El eje principal de su teología es el de la vida intercambiada o 'Cristo en ti'. [3]

El centro de la teología de Torchbearers es la creencia de que la forma en que uno vive la vida cristiana es silenciando o extinguiendo el yo y permitiendo que Cristo viva su vida a través de usted de una manera muy literal. Esta es la enseñanza esencial de la Convención de Keswick, en la que el Mayor Thomas había sido un orador destacado. Su defensa de la teología de Keswick le valió la etiqueta de un "Keswick estricto" por M. James Sawyer Th.M., PhD en su artículo sobre el movimiento de Keswick.[2] Si bien no hay fin a la verborrea y la metáfora que se usa para describir este proceso de Cristo viviendo a través de usted (Thomas mismo nunca usó el término "extinguirse a sí mismo"), el Mayor W. Ian Thomas lo expresa de la siguiente manera en el prólogo que escribió para el conocido defensor de Higher Life Bob George en su obra de Higher-Life "Classic Christianity".

Hay quienes tienen una vida que nunca viven. Han venido a Cristo y le han dado gracias solo por lo que hizo, pero no viven en el poder de quién es Él. Entre el Jesús que "fue" y el Jesús que "será" viven en un vacío espiritual, tratando con no poco celo de vivir para Cristo una vida que sólo Él puede vivir en y por ellos, suplicando perpetuamente lo que en Él necesitan. ¡ya tengo![4]

Se observa además que es el consentimiento del hombre la voluntad eficaz que mueve a Dios a realizar la santificación en la vida del creyente: