Al aprobar por unanimidad la resolución 1830 (2008), el Consejo decidió además que el Representante Especial del Secretario General y la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para el Iraq (UNAMI) continuaran con su mandato ampliado, de conformidad con la solicitud del Gobierno del Iraq y como estipulado en la resolución 1770 (2007).
Reconociendo que la seguridad del personal de las Naciones Unidas era fundamental para que la UNAMI realizara su labor, el Consejo exhortó al Gobierno del Iraq y a otros Estados Miembros a que siguieran proporcionando seguridad y apoyo logístico a la presencia de las Naciones Unidas en el país. En ese sentido, el órgano de 15 miembros acogió con beneplácito las contribuciones de los Estados miembros para proporcionar a la UNAMI los recursos financieros, logísticos y de seguridad y el apoyo que necesitaba para cumplir su misión.
Expresando su intención de revisar el mandato de la Misión en 12 meses o antes, si así lo solicita el Gobierno iraquí, el Consejo pidió al Secretario General que informara trimestralmente sobre los progresos realizados en el cumplimiento de todas las responsabilidades de la UNAMI. [1]