San Urpasiano es un santo y mártir del siglo IV. Fue dignatario del emperador romano Galerio (293–311).
Urpasian sufrió el martirio en la ciudad de Nicomedia. El emperador Galerio persiguió a los cristianos que servían en su ejército y en su corte. Urpasian era miembro de la casa imperial en Nicomedia . Algunos de los tímidos de alma comenzaron a vacilar y comenzaron a adorar a los dioses paganos, pero los fuertes de alma resistieron firmemente hasta el final. Urpasian renunció a su puesto como sirviente del emperador diciendo: "De ahora en adelante soy un guerrero del Rey Celestial , el Señor Jesucristo . Recupere la insignia que me fue dada". Fue arrestado por sus creencias cristianas y quemado vivo. [1]
En la Iglesia ortodoxa, se le conmemora el 9 de marzo. [2] En el catolicismo romano, su fiesta se celebra el 13 de marzo. [3]