Valentine Dencausse (20 de mayo de 1871 - 16 de febrero de 1954), mejor conocida como Madame Fraya, fue una famosa quiromante en París durante la primera mitad del siglo XX.
Biografía
Madame Fraya usaría la mano y la escritura de una persona para predecir su futuro, pero admitió no seguir los principios de la quiromancia tradicional y simplemente hacer uso de su conocimiento instintivo. Entre sus clientes se encontraban importantes artistas y políticos franceses de la época, como la Princesa de Sajonia-Meningen ( hermana del emperador Guillermo II de Alemania ), a quien supuestamente predijo la Primera Guerra Mundial y la derrota de Alemania en ella. Posteriormente fue llamada al Ministerio de Guerra francés , donde aseguró al gobierno que las tropas alemanas en marcha no llegarían a París (de hecho, fueron detenidas en la Primera Batalla del Marne ). Las habilidades mostradas por Fraya fueron estudiadas por Alfred Binet , Eugéne Osty y Albert von Schrenck-Notzing .
La biógrafa Simone de Tervagne ha escrito varios libros sobre Fraya.
Investigaciones
En diciembre de 1929, Antônio da Silva Mello asistió a una sesión de lectura psíquica con Madame Fraya. Mello trajo consigo algunas cartas. [1] Fraya hizo declaraciones totalmente inexactas sobre las cartas, por ejemplo, al estudiar una carta que Mello había escrito la misma mañana, afirmó que fue escrita por otra persona y dio detalles de caracterización excesivamente generales que serían aplicables a la mayoría de las personas. Dijo que una de las cartas había sido escrita por un hombre, pero que en realidad había sido escrita por una pariente de Mello. [1]
Fraya también le dio muchas declaraciones falsas a Mello. Ella dijo que era padre de dos hijos cuando no tenía ninguno. Ella examinó su mano y dijo que tenía treinta y dos años, aunque tenía cuarenta y tres en ese momento. Mello señaló que "las revelaciones obtenidas en mi consulta con Madame Fraya no eran más que vagas generalidades, que comúnmente se aplicarían a cualquier persona". [1]
Mello también asistió a una sesión con Fraya en enero de 1930. El resultado fue un completo fracaso, hizo muchas declaraciones incorrectas. Mello "salió de su oficina molesta y desilusionada". [1]
Fraya engañó al investigador psíquico Eugéne Osty haciéndole creer que tenía poderes psíquicos genuinos. [1]