maestro de vagones


Un maestro de vagones era la persona contratada para supervisar el transporte de un grupo de vagones. En la frontera estadounidense , el término generalmente se aplica a la persona responsable de ayudar a los grupos de inmigrantes o pioneros del este de los EE. UU. al oeste de los EE. UU. También se contrató a maestros de vagones para supervisar los envíos de carga o correo. Un grupo de vagones que viajaban juntos se denominaba " tren ".

El viaje por el oeste de los EE. UU. en carreta fue largo y muy difícil. Por lo general, un vagón de tren viajaría a unas dos millas por hora, lo que solo permitiría que el tren promediara un poco más de diez millas por día. [ cita requerida ] Por lo tanto, el viaje de 2,000 millas desde Missouri a California u Oregón tomaría entre cinco y seis meses dependiendo del clima u otras dificultades.

El trabajo de maestro de carromatos era muy importante ya que la diferencia entre un maestro de carromatos bueno y hábil y uno que no lo era era a menudo la diferencia entre la vida y la muerte. El jefe de carromatos tenía muchas responsabilidades.

Era vital que el jefe de carretas fuera una persona capacitada y con conocimientos para que las personas y las mercancías viajaran con seguridad por todo el país. El maestro de carretas también tenía que estar familiarizado con el camino que estarían recorriendo. Tendría que saber cuál iba a ser el terreno por el que iban a viajar los vagones, dónde podían ir los vagones y dónde no podrían ir. Era importante que el patrón del carro también tuviera experiencia en cosas como:

La mayoría de los maestros de carretas iniciales eran montañeses que conocían el terreno y habían aprendido muchas de las habilidades que se requerían para liderar un grupo de viajeros no calificados.

Cruzar el continente en carreta era una empresa extremadamente costosa. Se estimó que el viaje le costaba a una familia alrededor de $ 1,000 (aproximadamente equivalente a $ 28,000 en 2020). Tenían que tener vagones especiales que pudieran soportar el peso y el uso rudo. Estos vagones normalmente costarían alrededor de $ 400 (equivalente aproximadamente a $ 11,000 en 2020). Los vagones tenían unos aros de madera que iban de un lado al otro y que estaban cubiertos por una capota de lona que se impermeabilizaba con aceite de linaza. La lona protegía a los inmigrantes y sus bienes del clima y del sol.