Abraham Berliner
Abraham (Adolf) Berliner (2 de mayo de 1833-21 de abril de 1915) ( hebreo : אברהם ברלינר) fue un teólogo e historiador alemán, nacido en Obersitzko , en el Gran Ducado de Posen , Prusia . Recibió su primera educación con su padre, quien fue maestro en Obersitzko. Continuó su educación con varios rabinos, preparándose al mismo tiempo para la Universidad de Leipzig , donde recibió el grado de doctor en filosofía.
Después de servir durante algún tiempo como predicador y maestro en Arnswalde , Berliner fue llamado (1865) a Berlín como superintendente de la escuela religiosa mantenida por la sociedad de estudios talmúdicos (Ḥebrat Shas), y en 1873, cuando Israel Hildesheimer abrió el seminario rabínico en Berlin , Berliner fue elegido profesor de historia y literatura judía. En este cargo, así como en el de autor, mostró una actividad incansable. Su edición del comentario de Rashi al Pentateuco (1866) lo hizo conocido como un erudito; añadió a su reputación por diversas obras históricas, el resultado de sus estudios en los archivos y bibliotecas de Italia, país que visitaba con frecuencia, subvencionado por el gobierno alemán .
Berliner editó durante dos años (1874-1875) la revista científica Magazin für Jüdische Geschichte und Literatur , que de 1876 a 1893, junto con su colega David Hoffmann , continuó bajo el título Magazin für die Wissenschaft des Judenthums . Fue debido a su celo que la sociedad Meḳiẓe Nirdamim , para la publicación de obras de la literatura judía más antigua, que había sido descontinuada durante varios años, fue revivida en 1885 con Berliner como su director. Además actuó como apologista del judaísmo en un panfleto contra Lagarde ( Prof. Paul de Lagarde, nach Seiner Natur Gezeichnet, 1887), quien denunció a todos los eruditos judíos como dilettanti; y cuando se revivió la acusación de sangre, volvió a publicar (1888) la opinión del cardenal Ganganelli — luego el papa Clemente XIV — para probar la falsedad de esta acusación.
Aunque era ortodoxo en sus opiniones religiosas, Berliner nunca fue un fanático. No sólo se asoció en su labor científica con los liberales, sino que también rindió un alto homenaje a los méritos de Moritz Steinschneider , con motivo del septuagésimo cumpleaños de este último (1886), recopilando una bibliografía de las obras de ese eminente estudioso.
