El gobierno angoleño se compone de tres ramas del gobierno: ejecutivo, legislativo y judicial. Durante décadas, el poder político se ha concentrado en la presidencia con el Movimiento Popular para la Liberación de Angola .
Desde la adopción de una nueva constitución en 2010 , la política de Angola se desarrolla en el marco de una república presidencial , en la que el presidente de Angola es a la vez jefe de estado y de gobierno , y de un sistema multipartidista . El poder ejecutivo es ejercido por el gobierno. El poder legislativo reside en el presidente, el gobierno y el parlamento. [1]
Angola pasó de un sistema marxista - leninista unipartidista gobernado por el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), vigente desde la independencia en 1975, a una democracia multipartidista basada en una nueva constitución adoptada en 1992. Ese mismo año se se celebraron elecciones parlamentarias y presidenciales. El MPLA obtuvo la mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias. En las elecciones presidenciales, el presidente José Eduardo dos Santos ganó en primera vuelta con más del 49% de los votos a Jonas Savimbies 40%. Habría sido necesaria una segunda vuelta, pero nunca se llevó a cabo. La reanudación de la guerra civil inmediatamente después de las elecciones, que UNITA consideró fraudulentas, y el colapso del Protocolo de Lusaka crearon una situación dividida. Hasta cierto punto funcionaron las nuevas instituciones democráticas, en particular la Asamblea Nacional , con la participación activa de los diputados electos de la UNITA y del FNLA, mientras que José Eduardo dos Santos siguió ejerciendo sus funciones sin legitimación democrática. Sin embargo, las fuerzas armadas del MPLA (ahora las fuerzas armadas oficiales del estado angoleño) y de UNITA lucharon entre sí hasta que el líder de UNITA, Jonas Savimbi, murió en acción en 2002. [2]
De 2002 a 2010, el sistema definido por la constitución de 1992 funcionó de manera relativamente normal. El poder ejecutivo del gobierno estaba compuesto por el Presidente, el Primer Ministro y el Consejo de Ministros. El Consejo de Ministros, integrado por todos los ministros y viceministros, se reunía periódicamente para discutir cuestiones de política. Los gobernadores de las 18 provincias fueron designados por el presidente y sirvieron a su discreción. [3]La Ley Constitucional de 1992 estableció las líneas generales de la estructura del gobierno y los derechos y deberes de los ciudadanos. El sistema legal se basaba en el derecho portugués y consuetudinario, pero era débil y estaba fragmentado. Los tribunales operaron en solo 12 de más de 140 municipios. Una Corte Suprema sirvió como tribunal de apelación; nunca se constituyó un Tribunal Constitucional con poderes de revisión judicial a pesar de la autorización legal. En la práctica, el poder se concentró cada vez más en manos del presidente quien, con el apoyo de un personal cada vez mayor, controlaba en gran medida el parlamento, el gobierno y el poder judicial. [4]
La guerra civil de 26 años ha devastado las instituciones políticas y sociales del país. La ONU estima que hay 1,8 millones de desplazados internos (IDP), mientras que, en general, la cifra aceptada de personas afectadas por la guerra es de 4 millones. Las condiciones de vida diarias en todo el país y específicamente en Luanda (población de aproximadamente 6 millones) reflejan el colapso de la infraestructura administrativa así como de muchas instituciones sociales. La grave situación económica actual impide en gran medida cualquier apoyo gubernamental a las instituciones sociales. Los hospitales no tienen medicinas ni equipos básicos, las escuelas no tienen libros y los empleados públicos muchas veces carecen de los insumos básicos para su trabajo diario.
La constitución de 2010 otorga al presidente un poder casi absoluto. Las elecciones para la Asamblea Nacional se llevarán a cabo cada cinco años, y el Presidente es automáticamente el líder del partido o coalición ganadora. Corresponde al presidente nombrar (y destituir) a todos los siguientes: