Centenario Argentino
El Centenario de Argentina se celebró el 25 de mayo de 1910. Era el centenario de la Revolución de Mayo , cuando el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros fue derrocado y reemplazado por la Primera Junta , el primer gobierno nacional.
El año 1910 fue considerado bastante positivo para la Argentina, cuando se vio en retrospectiva el último siglo. Argentina tenía un estado bien establecido, sin conflictos internos y límites nacionales delimitados. Además, las principales instituciones –Ejército , escuelas públicas, correos , entre otras– fueron eficientes. A través de ellos el Gobierno pudo avanzar a una pujante nación, impulsada por la inmigración , el crecimiento de la agricultura y ganadería y el comercio exterior. La gente confiaba en el estado incluso para mediar en los conflictos. [1]
Argentina era conocida como "el granero del mundo" debido a su próspera agricultura. La expresión coloquial "¡Il est riche comme un Argentin!" ("Rico como un argentino") se refería a la extraordinaria riqueza de la aristocracia terrateniente argentina en esos años. [2] En 1910 el producto bruto de Argentina era la mitad del de América Latina. [3]
La población de Argentina creció rápidamente debido a la inmigración de Europa. De 6 millones de habitantes, 1 millón eran italianos y 800.000 españoles. Un creciente interés por mejorar la democracia llevó a la sanción de la Ley Sáenz Peña , dos años después. Por esa época también se promulgó la primera ley argentina de derechos de autor , que sustituyó a una ley de patentes que se venía utilizando hasta ese momento para tales temas.
El centenario también tuvo un impacto importante en la historiografía argentina . Debido al creciente número de inmigrantes provenientes de muy diferentes lugares, se sintió que era necesario definir claramente una "identidad argentina". Temas que alguna vez tuvieron visiones canónicas, como las guerras de independencia , comenzaron a ser vistos desde múltiples perspectivas. [4]
El 8 de febrero de 1909, el Congreso Nacional promulgó la Ley 6.286 que reglamentó la conmemoración de la Revolución de Mayo. El presidente de Argentina, José Figueroa Alcorta , decretó el estado de sitio en el marco de los festejos que se realizaron. [5] Esto se debió a que algunos activistas (liderados por movimientos anarquistas) intentaron boicotear las celebraciones. [6]
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