Ciudad de Dios ( portugués : Cidade de Deus ) es una novela semi- autobiográfica de Paulo Lins de 1997, sobre tres jóvenes y sus vidas en Cidade de Deus , una favela en el oeste de Río de Janeiro donde Lins creció. Es la única novela de Lins que se ha publicado. Lins tardó 10 años en completar el libro. La novela fue aclamada por la crítica como una de las mejores obras de la literatura brasileña contemporánea.
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Autor | Paulo Lins |
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Titulo original | Cidade de Deus |
Traductor | Alison Entrekin |
País | Brasil |
Idioma | portugués |
Género | Crimen ficcion |
Editor | Publicación de Bloomsbury |
Fecha de publicación | 1997 |
Publicado en ingles | 1º de mayo de 2006 |
Tipo de medio | Imprimir ( tapa blanda ) |
Paginas | 496 páginas |
ISBN | 0-7475-7680-7 |
OCLC | 63399081 |
Se convirtió en un largometraje del mismo nombre en 2002, que pasó a ser nominado a cuatro premios Oscar . En 2006 se publicó una traducción al inglés del libro. Gracias al reconocimiento internacional de la película, el libro continuó traduciéndose a varios idiomas más, incluidos italiano, francés, español y alemán.
Título
El libro lleva el nombre de la favela en la que se desarrolla la novela, Cidade de Deus . Cidade de Deus se estableció en 1960 en la zona occidental de Río de Janeiro como parte de una estrategia del gobierno para trasladar sistemáticamente las favelas del centro de la ciudad y reubicar a los habitantes en los suburbios.
Sinopsis
Ciudad de Dios se encuentra en una ciudad famosa por su belleza natural. La novela sigue la vida de gánsteres y delincuentes menores que viven en la Favela. La novela se desarrolla desde la década de 1960 hasta la de 1980. Al principio, los delincuentes ganan dinero a través de atracos. En la década de 1970, la cocaína llega y ocupa su lugar en la vida de los delincuentes, tanto traficando como consumiendo grandes cantidades. Los capos de la droga usan su riqueza para comprar armas, lo que les da más poder. Los conflictos sobre quién controla el tráfico de drogas en la Favela dan lugar a guerras de pandillas. No se aplican las leyes escritas; el poder está en manos de criminales y narcotraficantes que gobiernan la Favela. La policía mal pagada monitorea a las pandillas, no por el bien de la seguridad pública, sino para asegurar sus ingresos corruptos de las pandillas.