Administrador de la propiedad


Un administrador de propiedades o administrador de fincas es una persona o empresa encargada de operar una propiedad inmobiliaria a cambio de una tarifa, cuando el propietario no puede atender personalmente dichos detalles o no está interesado en hacerlo. La propiedad puede ser propiedad de un título individual o puede ser propiedad de un título seccional, propiedad de una compañía de bloque de acciones y puede estar registrada para uso residencial, de oficinas comerciales y minorista o industrial. En 2006, la Oficina de Estadísticas Laborales de la Oficina de Estadísticas Ocupacionales informó que había 329 000 administradores de propiedades empleados en los Estados Unidos, y se espera que el número aumente a 50 000 para 2016. [1]

Los deberes típicos que se esperan de un administrador de propiedades incluyen encontrar/desalojar y, en general, tratar con los inquilinos y coordinar con los deseos del propietario. Dichos arreglos pueden requerir que el administrador de la propiedad cobre rentas y pague los gastos e impuestos necesarios, haciendo informes periódicos al propietario, o el propietario puede simplemente delegar tareas específicas y tratar con otros directamente.

Un administrador de propiedades puede organizar una amplia variedad de servicios, según lo solicite el propietario de la propiedad, por una tarifa. Cuando una vivienda (vivienda de vacaciones, segunda residencia) solo se ocupa periódicamente, el administrador de la propiedad puede organizar un mayor control de seguridad, cuidado de la casa, almacenamiento y envío de mercancías, y otras subcontrataciones locales necesarias para que la propiedad sea cómoda cuando el propietario está en la residencia (servicios públicos, sistemas operativos, suministros y personal disponible, etc.). La administración de la propiedad también puede incluir propiedades comerciales donde el administrador de la propiedad puede operar el negocio, además de administrar la propiedad. Algunas jurisdicciones pueden exigir que un administrador de propiedades tenga una licencia para ejercer la profesión.

El administrador de la propiedad tiene una responsabilidad principal con el arrendador y una responsabilidad secundaria con la agencia. La relación que tiene el administrador de la propiedad con el propietario y el inquilino es crucial para formar las expectativas de ambas partes del contrato de arrendamiento, ya que ambas partes buscarán y esperarán ciertos derechos y beneficios del mismo.

La Asociación de Propietarios y Administradores de Edificios (BOMA International) ofrece designaciones estándar de la industria que certifican la capacitación para administradores de propiedades:

La Asociación Nacional de Administradores de Propiedades Residenciales ( NARPM ) ofrece designaciones para certificar estándares de conducta éticos y profesionales para administradores de propiedades: