En el seguimiento y la focalización de la energía , un factor impulsor es algo recurrente y medible cuya variación explica la variación en el consumo de energía . El término variable independiente a veces se usa como sinónimo .
Uno de los factores impulsores más comunes es el clima, expresado generalmente como grados día de calefacción o refrigeración . En los procesos intensivos en energía, normalmente se utilizarían los rendimientos de producción. Para circuitos eléctricos que alimentan alumbrado exterior , se puede emplear el número de horas de oscuridad. Para una bomba de pozo, se utilizaría la cantidad de agua entregada; y así. Lo que todos estos ejemplos tienen en común es que semanalmente (digamos) se pueden registrar valores numéricos para cada factor y uno esperaría que flujos particulares de consumo de energía se correlacionen con ellos, ya sea individualmente o en un modelo multivariante .
Podría decirse que la correlación es más importante que la causalidad . La variación en el factor impulsor simplemente tiene que explicar la variación en el consumo; no necesariamente tiene que causarlo , aunque ese será el caso en la mayoría de los escenarios . [1]
Los factores impulsores difieren de los factores estáticos , como las áreas de los pisos de los edificios , que determinan el consumo de energía pero cambian solo en raras ocasiones (si es que lo hacen).