Enio Iommi (20 de marzo de 1926 - 13 de mayo de 2013) fue un artista visual argentino que fue particularmente conocido por su trabajo como escultor de hormigón. En 1946 cofundó el movimiento artístico de vanguardia de la invención concreta, que era la rama argentina del movimiento de arte concreto más amplio.
Enio Iommi | |
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Nació | |
Fallecido | 13 de mayo de 2013 San Justo , Argentina | (87 años)
Nacionalidad | Argentino |
Ocupación | escultor |
Padres) | María Iommi Santiago Girola |
Biografía
Enio Iommi nació el 20 de marzo de 1926 en Rosario del escultor italiano Santiago Girola y la también modista italiana María Iommi (el oficio de una diseñadora de moda para los estándares actuales). Su hermano mayor, Claudio Girola, nació en 1923 y Nidia, su hermana, en 1929. Claudio y Enio crecieron en el taller de su padre y aprendieron el oficio de la escultura mientras se sumergían en un ambiente empapado de cultura artística. En 1939, como consecuencia de la crisis económica de los años 30, los Girola se trasladan a Buenos Aires. Aún en su adolescencia, Enio es presentado por su hermano Claudio y su tío Godofredo Iommi (el hermano mayor de su madre) a un grupo de jóvenes artistas con los que comienza a frecuentar e intercambiar ideas sobre el arte de vanguardia. A principios de la década del 40, estos jóvenes poetas y pintores se rebelaron contra el figurativismo tradicional, corriente dominante en Argentina. Juntos formaron una punta de lanza lista para renovarlo. Claudio Girola, Alfredo Hlito, Tomás Maldonado, Edgar Bayley, Gyula Kosice, Rod Rothfuss, Arde Quin y otros se reunieron en el bar Rubí, frente a la Plaza Miserere. Les interesaba la información, disponible aunque escasa en la ciudad, sobre el constructivismo ruso y el holandés De Stijl.
De esas tertulias surgieron dos grupos de artistas que marcaron el camino del Arte Moderno en Argentina: la Asociación Arte Concreto-Invención (en español, Asociación Arte Concreto Invención) y Madí Arts (Arte Madí). Ambos rechazaron la figuración y la representación, a lo que se opusieron a la invención. En otras palabras, la creación en un sentido puro. La máxima abstracción. Una morfología visual que no aborda nada en concreto. Estas ideas se desarrollaron más tarde en la revista Arturo, cuyo único número apareció en 1944. Dada la corta edad de Enio, primero es un espectador, pero rápidamente se convirtió en un miembro activo del grupo Concrete-Invention, dando a luz su primer cuadro sobre un linóleo. hoja ese mismo año. Al año siguiente, el artista dio su primer paso hacia la escultura con Opposite Directions, una obra de gran madurez formal a pesar de ser una obra de debut. Los miembros de la Concrete-Invention Art Association exhibieron su primera exhibición pública en el salón de arte Peuser, ubicado en la calle Florida. Entre los participantes estuvieron Claudio Girola, Tomás Maldonado, los hermanos Lozza, Alberto Molemberg, Primaldo Mónaco, Nuñez, Liddi Prati, Jorge Souza y Enio, quien tomó el apellido de su madre -Iommi- como alias para distinguirse de su hermano. Los círculos del arte tradicional y parte de la prensa respondieron negativamente a la propuesta de vanguardia del arte geométrico. Sin darse por vencidos, los miembros de la asociación se reunían todos los sábados para discutir nuevos conceptos. Enio Iommi se basó en el sustento visual de artistas como Max Bill y Georges Vantorgerloo. Parece que la escultura Torn Circles se opone a las bases teóricas del Constructivismo y, como anuncian los títulos, presagia un rasgo de su obra: apartarse de modelos que comienzan a asfixiar su deseo de explorar nuevos horizontes. Continuaron presentando exposiciones colectivas hasta 1950, cuando la asociación se disolvió. Por iniciativa del crítico Aldo Pellegrini, se formó otro equipo bajo el nombre de Artistas Modernos de Argentina (en español, Artistas Modernos de la Argentina), que congregó a escultores y pintores independientes de Arte Abstracto y Concreto. Maldonado, Hlito, Iommi, Sarah Grilo , Fernandez Muro, Ocampo, Aebi y Claudio Girola realizaron espectáculos colectivos en las galerías Viau y Krayd. También, en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, donde aplicaron criterios museológicos pioneros.
En 1953, Enio Iommi conoció a Susana Schneider, una joven argentina políglota de ascendencia franco-suiza, con quien contrajo matrimonio tres años después y que jugó un papel decisivo en el desarrollo de su carrera como artista. Ese mismo año fue invitado a trabajar en una escultura para lo que hoy se conoce como Casa Curuchet, diseñada por el arquitecto Le Corbusier. Los artistas modernos eligieron formas individuales separadas en 1955 y abandonaron sus actividades como grupo. Claudio Girola y Godofredo Iommi emigraron a Chile. Después de su boda, Enio trasladó su taller al distrito de Morón durante dos años antes de instalarse definitivamente en Palomar. En este período, inició la colaboración con el arquitecto austríaco Herman Loos, para quien diseñó elementos decorativos, actividad que le permitió asegurar su sustento mientras continuaba produciendo su obra personal, que tomó un nuevo rumbo. Sin descartar la geometría, las nuevas esculturas basadas en formas simples como círculos, cuadrados, triángulos y elipses fueron más expresivas. Enio Iommi comenzó a sentirse ahogado por los principios del arte concreto. Sobre superficies metálicas realizó cortes, que deconstruyeron el plano inicial para formar nuevos volúmenes virtuales y crear el espacio. Este período, que el crítico de arte López Anaya denomina “barroco” se prolongó durante 25 años, durante los cuales Enio Iommi afirmó su identidad como escultor moderno. 1957 fue un año marcado por la llegada de su hija Claudia, seguida de su hijo Rafael en 1964. Ni el primero -antropólogo- ni el segundo -astrónomo- siguieron los pasos de su padre (aunque Rafael había incursionado en la pintura por un cierto tiempo), pero heredaron una pasión de por vida por las disciplinas elegidas.
En 1958, Enio Iommi presentó su primera muestra de arte individual en la galería Pizarro. Consistió en una exposición retrospectiva donde se presentaron obras de su primer período y su producción en curso, lo que le valió el reconocimiento en el panorama artístico. En la década de los 60, las exposiciones se sucedieron, realzando su prestigio. En 1968, gracias a una beca recibida de la embajada de Italia en Argentina, pudo visitar Italia, Francia, Londres y Nueva York. El viaje supuso un contacto cara a cara con la obra de los más grandes autores del pasado y de la actualidad. A finales de los 60, las invitaciones al exterior se multiplicaron: la Bienal de Nurëmberg, la Kuntshalle Basel; el Museo de Escultura al Aire Libre de Middelheim (Bélgica), la galería Aele (Madrid), la Maison Milot de Quebec; el Ayuntamiento de Ottawa, Galería Arte Contacto de Caracas, Museo de Arte Moderno de Tokio; El Museo Nacional de Arte de Osaka, el Museo al Aire Libre de Hakone (Tokio), La Habana, Cuba; Santo Domingo, República Dominicana, el Centro de Escultura Contemporánea de Tokio; la galería Hayward (Londres), El Palacio de Velázquez (Madrid); Art Basel (Suiza), Rachel Adler Fine Art (NY), Galería Michael de Daemstadt (Alemania), FIAC (París); el Museo de Monterrey (México), el Museo de las Artes del Bronx (NY), Kuntshalle Colonia (Alemania), etc. 1977 será testigo del nuevo giro en la obra de Enio Iommi, que necesitaba urgentemente aventurarse en nuevas búsquedas creativas.
“Es una molestia para mí seguir haciendo lo que conozco, cuando me siento confiado es cuando más dudo. Me gusta investigar '. (Enio Iommi).
Además, las llamativas esculturas que había ido coleccionando hasta entonces no encajaban en el contexto político impuesto por el golpe de Estado del año anterior. Prefirió ensamblar materiales rústicos manchados en la calle o en contextos similares. Madera astillada y alambres de púas aludían a la dictadura y la privación de libertad. La galería Julia Lublin acogió la exposición “Adiós a una era”, cuya obra más destacada: Acrylic Rectangle and Trash Presented as a Glossy Surface that Oculals a Chaotic Inside fue un indicio de las próximas décadas. Las exposiciones “Something Happened to the Cube” (1979) y “Wastage” (1981) incorporaron el adoquín como material principal y reforzaron la presencia de alambre de púas. Piedras, chapas, mármol y cajones de madera aparecían cosidos de forma poco convencional y afectados por el paso del tiempo. Sus piezas The Stone Guest and His Little Dog (1984) y Our Daily Bread is Getting Harder Everyday (1987) siguen el mismo leitmotiv referido a la fase histórica. En la década de los 90, comenzó a planificar actividades educativas que se extenderían hasta el final de sus días. Primero, como talleres realizados en el Museo Sivori y posteriormente, en el Instituto de Arte Cromos, institución de la que participó como miembro fundador. Para 2007, impartió clases particulares en grupo en un taller ubicado en la calle Piedras, San Telmo. En 1999 promovió la creación del colectivo X. La 'x' simbolizaba la encrucijada y los lugares de encuentro entre jóvenes artistas nacidos en los años 60 que venían de distintos orígenes: Ana Gallardo, Pablo Siquier, Ernesto Ballesteros, Jorge Macchi, Carolina Antoniadis, Marita Causa, Danilo Danziger, Andrea Racciatti, Gladis Néstor, Enrique Jezik, Gustavo Figueroa, Juan Papparella y el cineasta Martin Pels. Muchos de ellos han logrado carreras notables más adelante. Es probable que la serie de trabajos que desarrolló Iommi en 1997 fueran las semillas de las nuevas pistas que el artista iba a explorar en la década de 2000. La serie consistió en utensilios de cocina como cafeteras, teteras o cacerolas que se desintegraron mediante el corte, dando lugar a nuevas formas espaciales. La serie fue presentada por la galería Ruth Benzacar. A la larga lista de esculturas ubicadas en lugares públicos –Espacios constructivos (1971) en el jardín del Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, Tensión espacial (1982) en Punta del Este, Majamoa (1985) en la plaza Baconao de La Habana; Construction (1987) en la isla Shikoku, Japón; Aviones dentro del Avión (1988), Porto Alegre, etc. - se agrega en 1998 la pieza 26 pies de Elevación ubicada en el Palacio Burití, sede del gobierno en el distrito federal de Brasilia.
En My Utopies vs the Reality, último programa de finales de siglo, Iommi afirmó su crítica al exceso de industrialización y al consumismo propio del estilo de vida moderno. Lo logró mediante el ensamblaje de objetos kitsch, plástico de baja calidad, vasos de porcelana, frutas artificiales, juguetes, cepillos y otros. La muestra fue una introducción a lo que se conoce como el cuarto período del artista, en el que se dedica a transmitir nuevos significados a través de la composición de objetos, cuyo valor artístico antes no existía. Una vez más, los materiales fueron encontrados y obtenidos en tiendas de dólar.
“Siempre que encuentro un material que me atrae, lo busco y lo guardo en casa por un tiempo. Después de un tiempo, lo empleo porque ya lo he meditado. Me imagino cómo aparece el material en mi mente y cómo mi mente se adapta al material. Me esfuerzo por lograr lo que quiero hacer. Si aparece una imagen, que así sea. Si no aparece nada, entonces vete a la basura. ¡Cuidado! ¡Porque la basura también es buena! "
La primera década del siglo y la última del artista está marcada por exposiciones esporádicas en las que Iommi se centró en ideas específicas. Tal es el caso de “Un Homenaje al Tango Cambalache” en la galería Ruth Benzacar (2002), “La Cocina Humana” (Galería Infinito, 2002); “Mis Nuevas Realidades” (Galería Infinito, 2007) y “Las Maravillas del Mundo” (Fundación Klemm, 2012). Todos ellos se alternaron con importantes exposiciones retrospectivas: la exposición antológica titulada “Iommi” en la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta, donde se exhibieron 43 esculturas realizadas entre 1945 y 2000. En el Centro Cultural Parque España de Rosario presentó “Del espacio en tensión al objeto en situación. 1945-2002 ”en 2003. En 2005, tuvo lugar la exposición“ Enio Iommi, 1946-2005. De la utopía a la distopía ”en el Museo de la Universidad Tres de Febrero (MUNTREF). La última muestra retrospectiva denominada “The Edge of Space 1945-2010” presentada por él mismo fue organizada por el Centro Cultural Recoleta en 2010 y abarcó toda su obra. Durante este último período, Iommi también participó en una serie de exposiciones colectivas. En 2009, la legislatura de la ciudad de Buenos Aires lo premió como Ciudadano Distinguido.
Poco después de la función en el Centro Cultural Recoleta, Iommi tuvo que someterse a un delicado procedimiento quirúrgico, tras lo cual su salud se volvió frágil. No obstante, su energía creativa lo alentó a producir más esculturas, construidas a partir de los objetos que coleccionaba. Pero esta vez restringido al perímetro de su casa. Botellas de refrescos, cajas de medicamentos, palitos de sushi y artículos que crearon una serie nueva y diferente de sus trabajos anteriores cuando se combinaron. A esto se suman las decenas de dibujos, pinturas y collages. Enio Iommi falleció el 13 de mayo de 2013.
Bibliografía consultada: Sitio oficial de internet http://www.enioiommi.com Hasta 1999: López Anaya, Jorge, Enio Iommi, Escultor (Gaglianone, Buenos Aires: 2000). A partir de 1999: Galesio, María Florencia y Melagrejo, Paola, Cronología en Herrera, María José y Oliveras, Helena, Catálogo de la exposición: El borde del espacio 1945-2010 (Centro de Cultura Recoleta, Ministerio de Cultura, Gobierno de la Ciudad Autónoma, Buenos Aires, 2010).
Colecciones públicas
Las obras de Iommi se pueden encontrar en varias instituciones públicas, que incluyen:
- [Sitio oficial de Internet] [1]
- MALBA [2]
- Museo Nacional de Bellas Artes (Buenos Aires) [3]
Referencias
- ^ [1]
- ^ "Enio Iommi" , MALBA, obtenido el 22 de septiembre de 2014.
- ^ "Iommi, Enio" , Museo Nacional de Bellas Artes, obtenido el 22 de septiembre de 2014.