Perdónanos nuestros pecados (orig. francés Pardonnez nos ofensas ) es el título de una novela histórica de Romain Sardou .
Imagínese escenificar el fin del mundo y observar los efectos de este apocalipsis en un pueblo rural aislado... imagine un grupo de poderosos clérigos del Vaticano orquestando fríamente tal experimento en busca de la "verdad" científica y teológica...
1284 Heurteloup es un pueblo escondido en las marismas del suroeste de Francia . Ha estado aislado del resto del mundo durante cuarenta años y, al parecer, ignorado por todos, incluyendo la diócesis local y el estado. Los habitantes de los pueblos vecinos no se atreven a aventurarse cerca de Heurteloup: es un lugar que inspira terror, un nombre que conjura espíritus malignos, oscuridad y salvajismo. No hace mucho tiempo, los restos de cadáveres fueron encontrados flotando en un río, arrastrados por la corriente directamente desde las orillas del pueblo maldito.
Un hombre decide partir para intentar salvar el "alma" de Heurteloup: su nombre es Padre Henno Gui. Un sacerdote recién ordenado, Gui es impulsado puramente por la fe y su sentido de vocación. Lo acompañan dos leales compañeros: un niño, Floris, y un hombre gigante, Mardi Gras, cuyo tamaño desproporcionado y rostro desfigurado aterrorizan a los espectadores.
Después de caminar durante días, luchando por abrirse camino a través de espesos bosques, Gui y sus compañeros llegan a Heurteloup. El pueblo está desierto y no hay un alma a la vista. La Iglesia está en ruinas y las viviendas parecen deshabitadas. Pero cuando Gui mira detenidamente, nota rastros de actividad humana reciente y puede sentir que todos sus movimientos están siendo observados. No tiene idea de dónde se esconden los aldeanos. Lo que es más importante, puede decir a partir de efigies y estatuillas de mujeres que estos aldeanos ocultos adoran a 'dioses' de un tipo muy poco ortodoxo...
Así comienza esta violenta historia de poder y corrupción, donde la magia y la superstición conviven con el catolicismo y el yugo del Vaticano . Romain Sardou recrea el período mientras entreteje cuestiones filosóficas y religiosas a través de una escalofriante historia de asesinato y traición.