Hearne, Texas
Hearne ( / h ɜːr n / hurn ) es una ciudad en el condado de Robertson , Texas , Estados Unidos. En el censo de 2010 , la población de la ciudad era 4.459. La ciudad debe su nombre a una familia que se asentó en la zona en el siglo XIX y promovió la construcción de vías férreas por la ciudad.
Hearne se encuentra en un terreno que inicialmente perteneció al político y militar José Francisco Ruiz . En la década de 1840, allí se ubicaba una taberna que también servía como almacén general y oficina de correos. La familia Hearne se mudó al área en la década de 1850, comprando 10,000 acres y operando plantaciones de algodón. Christopher C. Hearne quería que se construyera una línea de ferrocarril a través del área, pero la Guerra Civil comenzó antes de que se pudiera construir el ferrocarril. Más tarde, su viuda donó 700 acres al ferrocarril central de Houston y Texas . [5]
Con la construcción de un depósito en Hearne en 1868, comenzaron a abrir negocios, incluido un hotel, salones, iglesias y una desmotadora de algodón. Dos líneas de ferrocarril se encontraron en Hearne en la década de 1870. La población de Hearne era 2.129 en 1900 y 3.511 en 1940. Entre 1943 y 1946, un campo de prisioneros operó cerca de los límites de la ciudad y mantuvo a varios miles de prisioneros de guerra alemanes. Las empresas agrícolas y manufactureras llegaron a Hearne en la década de 1960. Para 1990, más de 5,000 personas vivían en Hearne; la población era 4.690 en 2000. [5]
En la víspera de Año Nuevo de 1990, el Wal-Mart en Hearne cerró. Después del cierre, la tienda se convirtió en la actual escuela secundaria Hearne . [6] Los comerciantes del centro de Hearne en ese momento ya habían cerrado sus negocios porque no podían competir con Wal-Mart. [7] El New York Times informó que de más de 1.500 tiendas Wal-Mart en la nación, la tienda Hearne era una de las seis que habían cerrado. [6]
En noviembre de 2000, 15 residentes afroamericanos de Hearne, Texas, fueron acusados de delitos de drogas después de ser arrestados en una serie de "redadas antidrogas". La ACLU presentó una demanda colectiva, Kelly v. Paschall, en su nombre, alegando que los arrestos eran ilegales. La ACLU sostuvo que el 15 por ciento de la población afroamericana masculina de Hearne de 18 a 34 años (y al menos una mujer) fueron arrestados en base a la "palabra no corroborada de un solo informante confidencial poco confiable coaccionado por la policía para presentar casos". El gobierno había prometido al informante indulgencia por un cargo de robo y cien dólares en efectivo a cambio de cada sospechoso que ayudara a condenar. [8]
El 11 de mayo de 2005, la ACLU y el condado de Robertson anunciaron un acuerdo confidencial de la demanda, un resultado con el que "ambas partes declararon que estaban satisfechas". El fiscal de distrito John Paschall desestimó los cargos contra los demandantes de la demanda. También admitió que el testigo había alterado la evidencia y no pasó una prueba de polígrafo. [8] [9] Se hizo una película, American Violet , sobre el incidente.
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