Ibong Adarna (película de 1941)


Ibong Adarna es una película filipina de 1941 escrita y dirigida por Vicente Salumbides bajo LVN Pictures con Manuel Conde como supervisor técnico. Es una adaptación cinematográfica del poema épico del mismo nombre . La película se estrenó originalmente en blanco y negro y es la primera película filipina con una secuencia de colores.

El rey Fernando de Berbanya, que padece una grave enfermedad, encarga a sus hijos que encuentren el "Ibong Adarna". Se advierte al rey que el canto del pájaro podría curar su aflicción. Quien tenga éxito será el siguiente en la fila para el trono de Berbanya. Su hijo mayor, Pedro, se dirige al monte Tabor y se niega a ayudar a un anciano hambriento que encuentra en el camino. Se las arregla para encontrar al pájaro en la cima pero se queda dormido por su canto y se petrifica. El segundo hijo mayor de Fernando, Diego, también vivió la misma experiencia y de igual forma acaba convirtiéndose en piedra. Juan, el hijo menor, va al mismo monte. A diferencia de sus hermanos, compartió su provisión de alimentos con el anciano, atrapa al pájaro sin volverse a apedrear él mismo y deshace la petrificación de sus hermanos.

Juan se encuentra dentro de un triángulo amoroso. Mientras está en su boda, una mujer con poderes mágicos interrumpe la ceremonia. La mujer, la princesa María, que había ayudado a Juan en el pasado, evoca una ilusión para recordarle su relación anterior.

Ibong Adarna fue producido bajo LVN Pictures con Vicente Salumbides responsable de la historia y la dirección. Manuel Conde supervisó a Salumbides y proporcionó la dirección técnica de la película. [1] Narcisa de León fue la productora. [2]

Originalmente lanzado en blanco y negro, Ibong Adarna fue relanzado en breve en color. Es la primera película filipina con una secuencia de colores, con cada fotograma pintado a mano. Durante un tiempo, fue la única película filipina conocida en forma de nitrato . [2]

Se ha observado que su vestuario y escenografía siguen un tema del Medio Oriente con el palacio del rey Fernando que se asemeja al de un sultán árabe. La familia de la princesa María se inspiró en el folclore indígena filipino. [3]