Leonhard Ragaz
Leonhard Ragaz (1868-1945) fue un teólogo reformado suizo y, con Hermann Kutter , uno de los fundadores del socialismo religioso en Suiza . Fue influenciado por Christoph Blumhardt . Estaba casado con la feminista y activista por la paz Clara Ragaz-Nadig .
Nacido en una familia de agricultores en Tamins , Grisons , el 28 de julio de 1868, Ragaz estudió teología en Basilea, Jena y Berlín. En 1890, fue elegido ministro en Flerden , Heinzenberg . En 1893 se trasladó a Chur , donde trabajó como profesor de lengua y religión, y de 1895 a 1902 como ministro municipal. En 1902, Ragaz fue elegido ministro de la Catedral de Basilea .
En Basilea, Ragaz entró en contacto con el movimiento obrero . Cuando los trabajadores de la construcción se declararon en huelga en 1903, Ragaz pronunció un sermón en la catedral que llegó a conocerse como el "sermón de la huelga de los albañiles" ( Maurerstreikpredigt ), en el que dijo que "si la cristiandad institucional fuera fría e incomprensible con los devenir de un mundo nuevo, que al fin y al cabo surgió del corazón del evangelio, entonces la sal de la tierra se habría podrido ". [1]
En 1908, Ragaz fue llamado a una cátedra en la facultad de teología de la Universidad de Zurich . Durante la huelga general suiza de 1918, se puso del lado de los trabajadores, y como las autoridades enviaron tropas para proteger los edificios de la universidad de los huelguistas, protestó. En 1921, dimitió como profesor, afirmando que no podía seguir formando ministros para la burguesa Iglesia reformada suiza . Él y su familia se mudaron al distrito proletario Aussersihl de Zurich . Se mantuvo involucrado con el movimiento obrero, editando su revista.Neue Wege , hasta su muerte en Zúrich el 6 de diciembre de 1945.
Para Ragaz, la Iglesia Primitiva se basó en un espíritu de cooperación y colectividad. Como consecuencia, el ideal socialista de cooperativas autoadministradas propiedad de los propios trabajadores era un postulado directamente derivado del evangelio y la promesa de justicia en el reino de Dios .
También como consecuencia de su creencia cristiana en la justicia y la paz, Ragaz se opuso firmemente a la Primera Guerra Mundial , desde una postura de pacifismo activo : llamó a todos los socialistas religiosos a unirse para protestar por la guerra. [2] Enseñó que si el capitalismo recurría a la fuerza y la violencia, eso era un fiel reflejo de su naturaleza, pero que si el socialismo hacía lo mismo, era una traición a sus ideales.
