Mañanas en Yenín


Mornings in Jenin , (2010, EE. UU.; publicado originalmente como The Scar of David , 2006, Estados Unidos y Les Matins de Jenin, Francia) es una novela de la autora Susan Abulhawa .

Mornings in Jenin se publicó originalmente en los Estados Unidos en 2006 como The Scar of David . [2] [3] La novela fue traducida al francés y publicada como Les Matins de Jenin. Luego fue traducido a 27 idiomas. Bloomsbury Publishing reeditó la novela en los Estados Unidos como Mornings in Jenin (febrero de 2010) después de una ligera edición. [3] [4] [5]

Mornings in Jenin es la primera novela convencional en inglés que explora la vida en la Palestina posterior a 1948. La novela se inspiró parcialmente en la novela de Ghassan Kanafani Returning to Haifa .

Anjali Joseph de The Independent escribe que "la novela de Susan Abulhawa, publicada por primera vez en los EE. UU. en 2006 pero reelaborada desde entonces, sigue a la familia Abulheja, Yehya y Basima y sus dos hijos, en Ein Hod , un pueblo en Palestina. La apertura pastoral se abarrota en 40 páginas sobre una amistad entre religiones, una historia de amor (ambos hermanos se enamoran de Dalia, quien se casa con el hijo mayor, Hasan), una muerte, la invasión sionista del pueblo y el robo de uno de los hijos de Hasan y Dalia, el infante. Ismael, por un soldado israelí. Le da el niño a su esposa, una sobreviviente polaca del Holocausto. Útil para fines narrativos, el bebé, rebautizado como David, tiene una cicatriz en la cara "que eventualmente lo conduciría a su verdad". De estos comienzos, que prometen un Oriente Medio Catherine Cooksonde la historia, surge una bella novela." [6]

Abdullah Khan de The Hindu comenta que lo que más le llamó la atención es la honestidad de la voz del autor. A pesar de haber nacido de refugiados palestinos de la Guerra de los Seis Días de 1967, se ha esforzado por no dejar que sus sentimientos personales llenen el texto. Todos los personajes judíos individuales se representan con simpatía. En ninguna parte de la historia ha perdido el toque de humanidad. Otro aspecto brillante de la escritura de Susan es su uso ornamental del lenguaje en la tradición de la escritura árabe contemporánea". [7]

Robin Yassin-Kassab de The Sunday Times sugiere que "a veces quieres criticar a Abulhawa por exponer la tragedia demasiado, pero su materia prima es un hecho histórico y su mezcla de ficción y documental es una de las fortalezas del libro. Lo que rescata Mornings en Jenin de la polémica es su negativa a revolcarse o rebajarse al tribalismo. Uno de sus muchos logros es que, para una obra tan necesariamente política, ningún personaje se convierte en una mera cifra para el sufrimiento o el victimismo. Aunque la novela está escrita según el anglo- convenciones estadounidenses, se hace eco de la prosa poética que es una característica de la escritura árabe contemporánea. Abulhawa comunica eficazmente su alegría burbujeante en lo que ella llama 'la danza' del árabe, reflexionando sobre las intrincadas cortesías y el estilo imaginativo del idioma".[8]