Paujil de pico rojo


El paujil de pico rojo o paujil de punta roja ( Crax blumenbachii ) es una especie de crácido en peligro de extinción que es endémica de las tierras bajas del Bosque Atlántico en los estados de Espírito Santo , Bahía y Minas Gerais en el sureste de Brasil . Su población está disminuyendo [2] debido a la caza y la deforestación , y posiblemente haya sido extirpado de Minas Gerais. Actualmente está siendo reintroducido en Río de Janeiro por medio de individuos criados en cautiverio.[3] Como lo sugiere su nombre común , el macho tiene un pico en gran parte rojo, pero la hembra no lo tiene.

El paujil de pico rojo es un ave grande que alcanza una longitud de 82 a 92 centímetros (32 a 36 pulgadas). El macho tiene las partes superiores de color negro puro con una gran cresta negra y las partes inferiores blancas. Hay barbas y protuberancias de color rojo brillante en la base del pico. El macho se puede distinguir del paujil barbudo ( Crax globulosa ) por ser menos negro-azulado y del paujil negro ( Crax alector ) por ser menos negro-violáceo. La hembra carece de barbas y tiene las partes superiores negras, una cresta barrada en blanco y negro, alas de color marrón rojizo barradas y moteadas de negro y partes inferiores de color marrón rojizo u ocre. [4]

El paujil de pico rojo es un ave que vive en gran medida en el suelo. Se alimenta de semillas, frutos, brotes y pequeños invertebrados. Se puede escuchar a los machos emitiendo sus fuertes "booms" en septiembre y octubre. Las hembras ponen una nidada de uno a cuatro huevos y las crías empluman a finales de año. [1]

El paujil de pico rojo tiene un rango muy limitado en el este de Brasil y las poblaciones allí están disminuyendo debido a la pérdida de hábitat y la caza. El bosque virgen en el que vive se ha convertido en gran parte en tierras agrícolas y plantaciones, y el ave solo está presente ahora en reservas, e incluso aquí es cazada y capturada ilegalmente para el comercio de aves. Ha habido un exitoso programa de cría en cautiverio, pero la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza califica su estado de conservación en la naturaleza como " en peligro de extinción ". [1]