Sacha Llorenti


Sacha Sergio Llorenti Soliz (nacido el 13 de marzo de 1972) [1] es el Secretario General del ALBA–TCP [2] y el anterior Representante Permanente ante las Naciones Unidas y Embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas desde septiembre de 2012 hasta noviembre de 2019. Es ex funcionario del gobierno boliviano, autor publicado y ex presidente (durante dos años) de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Bolivia.

Llorenti nació el 13 de marzo de 1972. Es licenciado en derecho por la Universidad de San Andrés y la Universidad de Aquino Bolivia. [1]

De 2003 a 2005, Llorenti se desempeñó como presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos. En 2005 fue Decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de Aquino Bolivia. [1]

Se desempeñó como Viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales y la Sociedad Civil entre 2007 y 2010, y fue elevado a Ministro de Gobierno (o Ministro del Interior) en enero de 2010, hasta septiembre de 2011. [1]

En 2011, representantes del Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure (TIPNIS) marchaban desde Trinidad a La Paz para protestar por una carretera planificada a través de su tierra cuando fueron interceptados violentamente por la policía. [3] La condición de Ministro de Gobierno de Llorenti motivó su acusación y, tras una primera absolución, varias irregularidades procesales dieron lugar a un recurso de casación ante el Tribunal Constitucional . Fue bloqueado por un tecnicismo administrativo. [4] A julio de 2018 no se ha responsabilizado a ninguna autoridad por la represión y continúan las protestas contra el exministro. [5]

Llorenti fue presidente del Grupo de los 77 y contribuyó a que la asamblea de la ONU aprobara la creación de un marco de reestructuración de la deuda soberana extranjera con la intención de acabar con la pobreza. [6] También fue presidente del Comité ad hoc de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el proceso de reestructuración de la deuda soberana que resultó en la adopción de la resolución 69/319 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que aprobó los nueve principios de la ONU para los procesos de reestructuración de la deuda soberana. [7]