Saverland contra Newton


Saverland v. Newton (1837) es un caso judicial en el que un hombre británico llamado Thomas Saverland entabló una acción contra la señorita Caroline Newton, quien se había mordido la mitad izquierda de la nariz después de que intentó besarla sin su consentimiento. [1] El juez falló en su contra, afirmando que "cuando un hombre besa a una mujer en contra de su voluntad, ella tiene pleno derecho a morderle la nariz, si así lo desea". [2] [3] La existencia de este caso o hallazgos no está disponible en documentos judiciales conocidos. Su recuento y/o existencia se basa en relatos periodísticos.

Ella tiene mi nariz en su boca”. Cuando se separaron, sangraba profusamente por la nariz, y se vio que ella escupía una parte de ella, que el acusado había mordido, de su boca al suelo. El acusado, una mujer gorda de mediana edad, trató el asunto con mucha ligereza y dijo que no tenía derecho a besar a su hermana, o intentar besarla, en una taberna; no eran ese tipo de personas.

Si quería que la besaran, tenía un marido que la besaba, y él era un hombre mucho más guapo que el acusado, incluso antes de perder la nariz. El presidente le dijo al jurado que poco importaba el camino que tomara su veredicto. Si la encontraban culpable, el tribunal no la multaría con más de 1 chelín, ya que el fiscal se había impuesto el castigo. El jurado, sin dudarlo, la absolvió. El presidente le dijo al fiscal que lamentaba la pérdida de su nariz, pero que si jugaba con gatos, seguramente lo arañarían. Dirigiéndose al jurado, el presidente dijo después: "Caballeros, mi opinión es que si un hombre intenta besar a una mujer en contra de su voluntad, ella tiene derecho a morderle la nariz si tiene ganas de hacerlo". Y cómelo también”, agregó un caballero erudito en el bar.El caso causó muchas risas a todos excepto al pobre denunciante.

El caso fue un precursor de los casos de acoso sexual que vendrían y afirmó que a una mujer se le permitía defender su virtud, por la fuerza si era necesario. [4]