En 1915, debido a las restricciones alimentarias y al racionamiento de la Primera Guerra Mundial , la burocracia alemana decidió considerar a los cerdos como comensales con los humanos y trató de preservar los suministros. Como resultado, cinco millones de cerdos fueron masacrados en el llamado Schweinemord (alemán: masacre de cerdos) tanto para hacer comida como para conservar granos. Sin embargo, hizo poco para aumentar el suministro de cereales, ya que los funcionarios no tuvieron en cuenta el uso de estiércol de cerdo como fertilizante en las pequeñas explotaciones. Debido a esto, matar a los cerdos en realidad disminuyó el rendimiento de los cultivos en la región.