Rápido como el deseo


Swift as Desire (en español Tan veloz como el deseo ) es una novela de 2001 de la novelista mexicana Laura Esquivel . [1] [2]

Don Júbilo, nacido con una sonrisa en el rostro, fue bendecido al nacer con un oído casi sobrenatural y una comprensión instintiva de todo tipo de comunicación, desde el leve susurro de un insecto hasta los dulces suspiros de una mujer enamorada. Usó su don para convertirse en el pacificador de su familia, traduciendo mal astutamente entre su abuela de habla hispana doña Jesusa y su abuela de habla maya doña Itzel, quienes discuten incesantemente porque la abuela está enojada porque su hijo se casó con un no maya, y doña Itzel está decidido a que Júbilo crezca conectado a su herencia. Aunque las dos mujeres pueden decirse cosas crueles, Júbilo le da a cada mujer lo que necesita escuchar, una habilidad que perfecciona cuando es un niño pequeño y que le sirve cuando se convierte en un operador de telégrafo en la edad adulta.

A los quince años Júbilo conoce a Lucha, de trece años, de una familia acomodada. Entablando una relación lenta y casta durante siete años, la pareja decide casarse. Criaturas sexuales apasionadas, Júbilo y Lucha comunican su amor física y frecuentemente. Esquivel utiliza el realismo mágico para sintonizar a Júbilo con frecuencias que lo ayudan a comunicarse verbalmente y con su cuerpo cuando está con su esposa. Abandonando su sueño de convertirse en cantante, Júbilo se convierte en operador de telégrafo para mantener a su joven familia. En la era anterior a los servicios telefónicos, la interpretación de mensajes en código Morse para aldeanos y terratenientes ricos coloca a Júbilo en el centro de muchas vidas mientras la suya se desmorona lentamente. Lucha, hija de una familia adinerada, está angustiada por su relativa pobreza y su incapacidad para volver a concebir después del nacimiento de su primer hijo, Raúl.

Lucha trata de adaptarse a la mentalidad de Júbilo de que las cosas pueden poseerte y solo importa el amor, actitud que hace eco a la abuela maya, quien aborrece la tecnología porque “El peligro que vio fue que los avances tecnológicos no servían para nada si no iban acompañados de un equivalente espiritual”. desarrollo." Los esfuerzos de Júbilo por usar el código Morse en la oficina de telégrafos para entregar lo que el mensajero debe enviar es evidencia de que se toma muy en serio sus preocupaciones. Sin embargo, ella no puede perdonarlo por la muerte de su segundo hijo, Ramiro.

La narrativa existe en dos líneas de tiempo principales: primero, a fines de la década de 1930 y principios de la de 1940, cuando Júbilo estaba recién casado, y a mediados de la década de 1990, cuando es un anciano en su lecho de muerte. Lucha no le habla desde hace décadas, pero no se articula el motivo. La línea de tiempo posterior es narrada por su hija, Lluvia, y el resto por un narrador omnisciente. A medida que se desarrolla lentamente la historia de la pareja profundamente enamorada, el lector se acerca al punto crítico que hace que dejen de hablar. Partiendo de una habilidad verdaderamente mágica en el área de la comunicación, la culminación del relato es una especie de imagen especular, en la que Júbilo, ya anciano, se está muriendo de Parkinson y no puede comunicarse en absoluto.