Tinirau y Kae


En la mitología maorí , Tinirau es un guardián de los peces. Es hijo de Tangaroa , el dios del mar. Su casa en Motutapu (isla sagrada) está rodeada de estanques para criar peces. También tiene varias ballenas como mascota.

Hinauri, hermana de los hermanos Māui, se había casado con Irawaru , quien fue transformado en perro por Māui-tikitiki . En su dolor, Hinauri se arroja al mar. Ella no se ahoga, sino que es arrojada a tierra en la casa de Tinirau, donde atrae su atención enturbiando las piscinas que él usa como espejos. Se casa con Tinirau y usa encantamientos para matar a sus otras dos esposas, que la habían atacado por celos (Biggs 1966: 450).

Cuando nace su hijo Tūhuruhuru, Kae , un sacerdote, realiza la ceremonia ritual de nacimiento. [1] Una vez hecho esto, Tinirau le presta a Kae su ballena mascota para que lo lleve a casa. A pesar de las estrictas instrucciones de lo contrario, Kae fuerza a la ballena, Tutu-nui, a aguas poco profundas, donde muere, y Kae y su gente la asan y la comen. Cuando se entera de esto, Tinirau se enfurece y envía a Hinauri con un grupo de mujeres (a menudo son las hermanas de Tinirau) para capturar a Kae, quien debe ser identificada por sus dientes frontales superpuestos. Las hermanas realizan bailes indecentes para hacerlo reír. [2]Cuando se ríe, ven sus dientes torcidos. Luego, las mujeres cantan una canción mágica que pone a Kae en un sueño profundo y lo llevan de regreso a Motutapu. Cuando Kae se despierta de su sueño, está en la casa de Tinirau. Tinirau se burla de él por su traición y lo mata (Grey 1970: 69, Tregear 1891: 110, Biggs 1966: 450).

Más tarde, Tūhuruhuru es asesinado por la tribu de Popohorokewa por la muerte de Kae. A su vez, Tinirau le pide a Whakatau que destruya a los Popohorokewa, lo que hizo quemándolos a todos en la casa llamada Tihi-o-manono (Biggs 1966: 450).

En un relato de la Isla Sur, Tinirau, montado en Tutunui, se encuentra con Kae, que está en una canoa. Kae toma prestado a Tutunui y Tinirau sigue su camino para encontrar a Hine-te-iwaiwa, viajando en un gran nautilus que le pide prestado a su amigo Tautini. Cuando Tinirau huele el viento del sur sabe que su ballena está siendo asada (Tregear 1891:110).


Poste tallado de una casa de reuniones maorí del siglo XIX