Ley de comercio con África de 1697


La Ley de Comercio con África de 1697 , también conocida como Ley para establecer el comercio con África , fue una ley aprobada por el Parlamento de Inglaterra para revocar oficialmente el monopolio que disfrutaba la Royal African Company en el comercio de esclavos africanos .

En cambio, la ley introdujo impuestos sobre los involucrados en el " comercio triangular " por el cual los comerciantes estarían obligados a pagar un impuesto del diez por ciento por el mantenimiento de los fuertes y castillos entre Cape Mount y Cape of Good Hope que pertenecían a la empresa. [1] El nuevo reglamento entró en vigor el 24 de junio de 1698. [2]

Y considerando que los fuertes y castillos que ahora se encuentran en dicha costa de África han sido, y ahora se mantienen a su exclusivo costo y cargo de la actual Compañía Real Africana de Inglaterra, cargo por el cual es más razonable que todas las personas que comercian con tales partes de la dicha Costa de África como se indica a continuación, limitada y designada debe contribuir

Sea, por lo tanto, promulgado por la Excelentísima Majestad del Rey y por y con el Consejo y Consentimiento de los Lores Espirituales y Temporales y los Comunes en el Parlamento reunido y por la Autoridad del mismo Que a partir del día cuatro y veinte de junio del año mil seiscientos noventa yocho, dicha Compañía Real Africana, sus Sucesores y Cesionarios por y con sus acciones y derechos aquí designados para ser pagados, mantendrán el apoyo y defenderán todos los Fuertes y Castillos que dicha Compañía Africana tenga ahora en su Posesión o comprará o erigirá en lo sucesivo para el Mejoramiento de la Preservación y la realización de pozos en dicho Comercio y esos Fuertes y Castillos de vez en cuando y en todo momento en lo sucesivo, según lo requiera la ocasión, suministrará con Men Artillería, Munición y Provisiones y todos los demás Necesarios y Cargos incidentes de cualquier tipo.[1]

Entre otras disposiciones, la Ley abrió el comercio africano a todos los comerciantes ingleses que pagaron un impuesto del diez por ciento a la Royal African Company sobre todos los bienes exportados desde África. [3]

La Compañía no pudo resistir la competencia en los términos impuestos por la Ley y en 1708 se declaró insolvente, sobreviviendo hasta 1750 en un estado de actividad muy reducida. [4]