William Baume (1885–1956) fue un relojero suizo que fundó la empresa Baume & Mercier en Ginebra en 1918 con su socio, Paul Mercier.
William Baume nació en una notable familia de relojeros en el pueblo de Les Bois en el Jura suizo . Su abuelo, Louis Victor Baume, y su tío abuelo, Célestin Baume, habían fundado el concesionario de relojes Frères Baume en Les Bois en 1830. Se convertiría en uno de los principales fabricantes de relojes de Suiza en el siglo XIX, con sucursales en Londres, Ginebra y Filadelfia. La marca de relojes Baume ganó distinciones en las exposiciones universales entre 1860 y 1900, incluidas varias medallas de oro y Grand Prix para sus relojes. En 1892, su cronómetro tourbillon estableció un récord absoluto de cronometraje en las pruebas del Observatorio de Kew que se mantuvo durante 10 años.
William Baume, que asumió la dirección de la empresa Baume en Les Bois en 1910, representó la tercera generación después de su abuelo y su padre. Anteriormente había completado su aprendizaje de relojero con Mathey-Tissot en Les Ponts-de-Martel , a unos 30 kilómetros de Les Bois entre Le Locle y Neuchâtel. Mathey-Tissot, fundada en 1886, se especializó en relojes complicados, especialmente repetidores de minutos y cronógrafos de precisión .. Así, con esta formación especializada, William Baume se unió a la empresa familiar en 1909, trabajando durante un año con su padre hasta que se le confió la dirección de la empresa en 1910. William Baume acababa de cumplir 25 años. Mientras tanto, la sucursal de Londres de Frères Baume, dirigido por el tío de William, Arthur Baume, desempeñaba un papel destacado en los asuntos del negocio. Después de una disputa familiar, William Baume dejó Les Bois en 1918, poco después del final de la Primera Guerra Mundial. Se instaló en Ginebra con la intención de iniciar una empresa de relojes.
En Ginebra se encontró con su amigo, Paul Mercier, a quien había conocido en 1912 como director de marketing de Haas de Ginebra, uno de los grandes nombres de la relojería suiza.
Los dos hombres unieron fuerzas para fundar Baume & Mercier en Ginebra en 1918. Paul Mercier se ocupaba de la parte comercial, mientras que William Baume supervisaba los aspectos técnicos y de relojería. Sus talentos complementarios aseguraron el rápido éxito del negocio, que se basó en la experiencia de William Baume y la reputación de la firma Baume.
Como relojero consumado y trabajador, William Baume jugó un papel decisivo en la calificación de los relojes Baume & Mercier en 1919 para el prestigioso Poinçon de Genève , el sello distintivo de la relojería de Ginebra de la mejor calidad.