San Acacio ( en griego : Ἅγιος Ἀκάκιος Σεβαστείας ; murió c. 304) fue un sacerdote del siglo IV que vivió en Sebaste , Armenia , durante la persecución de Diocleciano . [1] Bajo el gobernador Máximo (284-305) siete mujeres y dos niños fueron llevados ante la justicia en Sebaste. [2]Las mujeres fueron acusadas de haber tentado a sus maridos para que se hicieran cristianos. No perdieron su dignidad ni siquiera bajo la dura tortura. Uno de los verdugos, Irenarchus, quedó tan impresionado por su actitud hacia su fe que se unió a ellos. Fue el sacerdote Acacio quien administró el bautismo de Irenarchus. Todos ellos sufrieron torturas y fueron asesinados a espada o estaca. [3] Son venerados en la iglesia ortodoxa y su fiesta es el 27 de noviembre. [3]