Ajitha purana


El Ajita Purana fue escrito por Ranna en 993 CE narra la historia de Ajitanatha , el segundo tirthankara del jainismo . Este es el jinapurana más corto en el idioma kannada . Narra dos historias de los nacimientos anteriores del tirthankara . [1]

La primera parte se abre con un príncipe llamado Vimalavahana que se siente abrumado por un intenso sentimiento de renuncia al contemplar unos mechones de pelo gris en su mejilla. Las canas le recuerdan la transitoriedad de la vida y el poder supremo y la inevitabilidad de la muerte. Lleva una vida de meditación y nace como Dev en uno de los cielos. En su nacimiento posterior se convierte en Ajithanatha, el rey de Ayodhya . Los quíntuplos auspiciosos habituales en la vida de un Thirthankara han sido descritos extensamente por Ranna con sus ráfagas habituales, devoción y piedad. Estaba sujeto a intensas perturbaciones emocionales y no sabía cómo controlarlas excepto dándoles expresión elocuente en palabras.

La segunda parte trata de la historia de Sagara, el segundo Chakravarti del jainismo que está profundamente apegado a todos los placeres mundanos. Su amigo Maniketu hace todo lo posible para llamar la atención del rey hacia la renuncia, pero no lo consigue. Finalmente ideó un plan por el cual los 60.000 hijos de Sagara fueron asesinados y bajo la apariencia de un anciano con un hijo muerto en sus brazos se presentó ante el rey y le rogó que animara al niño luchando con la muerte. Sagara se sintió impotente en el asunto y dijo que la muerte no hacía acepción de personas y que todos debían sufrir tristeza y dolor.

Allí sobre Maniketu le reveló la muerte simultánea de sus hijos. Sagara se sintió abrumado por el dolor, pero lo soportó heroicamente y, al final, se dio cuenta de que llevaba una vida de penitencia. Ranna ha retratado esta historia en todo su patetismo y el personaje de Maniketu en el papel del hombre afligido por su hijo es el centro de interés. Las anteriores son las mejores partes de su trabajo y cuando se comparan con las partes correspondientes del original en sánscrito, se pueden apreciar las mejoras realizadas por Ranna. La característica de Ajitha - Purana es el retrato de Attimabbepintado con agradecida devoción por Ranna. Era una dama jaina piadosa y obediente, famosa por su generosidad al brindar patrocinio a los poetas, al erigir templos a los jina y en la propagación de los textos jaina. Una inscripción en Lakkigundi en el distrito de Dharwar, probablemente escrita por Ranna, brinda algunos detalles más sobre su vida religiosa. Fue por ella que Ranna escribió el Ajitapurana. Su personalidad era tan pura y noble que el poeta la ha comparado con las aguas sagradas del Ganges y con un salto de algodón de Blancanieves.