Contralor General de Convictos (Australia Occidental)


El Contralor General de Convictos era el jefe del establecimiento de convictos en Australia Occidental .

La oficina existió desde 1850, cuando Australia Occidental se convirtió por primera vez en una colonia penal , hasta 1872, cuatro años después de que cesara el transporte penal a Australia Occidental.

El primer Contralor General de Convictos de Australia Occidental, Edmund Henderson , llegó a la colonia con los primeros convictos a bordo del Scindian en junio de 1850. Fue descrito como "un hombre amable y justo, moderado y comprensivo, opuesto a las formas más duras de disciplina". " [1] Respetado tanto por los colonos como por los convictos, Henderson administró el establecimiento de convictos de Australia Occidental durante trece años; Battye escribe que "su éxito se debió sin duda a su sabiduría y tacto". [2]

Después de la renuncia de Henderson en 1863, William Newland fue designado su sucesor. La llegada de Newland siguió de cerca la llegada del gobernador John Hampton . Hampton había sido anteriormente Contralor General de Convictos en la Tierra de Van Diemen y asumió un control mucho más directo del establecimiento de convictos de Australia Occidental que sus predecesores. Newland y Hampton estaban constantemente en desacuerdo entre sí, y Hampton se quejó ante el Secretario de Estado para las Colonias de que Newland era incompetente. Newland finalmente fue eliminado en 1866.

Mientras esperaba un sucesor para el cargo, el gobernador Hampton nombró a su hijo, George Hampton , para ocupar el cargo. George Hampton no tenía calificaciones particulares para el puesto y ya ocupaba varios puestos asalariados. Este "acto de nepotismo inusualmente flagrante" [3] fue extremadamente impopular dentro de la colonia, y ambos Hamptons a partir de entonces fueron figuras de hostilidad pública y ridículo. El gobernador Hampton presionó para que su hijo fuera confirmado en el puesto, pero no tuvo éxito.

Bajo George Hampton, la disciplina de los convictos se volvió extremadamente estricta. Se reintrodujo el confinamiento solitario y los condenados fueron azotados por delitos graves. Los intentos de fuga aumentaron notablemente, e incluso hubo intentos de convictos de matar a George Hampton.


edmund henderson