Acoso cibernético


El acoso cibernético es el uso de Internet u otros medios electrónicos para acechar o acosar a un individuo, grupo u organización. [1] Puede incluir acusaciones falsas , difamación , calumnias y calumnias . También puede incluir vigilancia, robo de identidad , amenazas, vandalismo, solicitud de sexo, doxing o chantaje . [1]

El acoso cibernético suele ir acompañado de acoso en tiempo real o fuera de línea. [2] En muchas jurisdicciones, como California, ambos son delitos penales. [3] Ambos están motivados por el deseo de controlar, intimidar o influir en la víctima. [4] Un acosador puede ser un extraño en línea o una persona que el objetivo conoce. Pueden ser anónimos y solicitar la participación de otras personas en línea que ni siquiera conocen al objetivo. [5]

El acoso cibernético es un delito penal según varias leyes estatales contra el acoso, la calumnia y el acoso . Una condena puede resultar en una orden de restricción, libertad condicional o sanciones penales contra el agresor, incluida la cárcel.

Ha habido una serie de intentos por parte de expertos y legisladores para definir el acoso cibernético. Generalmente se entiende como el uso de Internet u otros medios electrónicos para acechar o acosar a un individuo, un grupo o una organización. [1] El acoso cibernético es una forma de acoso cibernético ; los términos a menudo se usan indistintamente en los medios. Ambos pueden incluir acusaciones falsas , difamación , calumnias y calumnias . [2] El acoso cibernético también puede incluir monitoreo, robo de identidad, amenazas, vandalismo, solicitud de sexo o recopilación de información que pueda usarse para amenazar o acosar. El acoso cibernético suele ir acompañado de acoso en tiempo real o fuera de línea. [2] Ambas formas de acoso pueden ser delitos penales. [3]

El acecho es un proceso continuo, que consiste en una serie de acciones, cada una de las cuales puede ser completamente legal en sí misma. El profesor de ética tecnológica Lambèr Royakkers define el acoso cibernético como perpetrado por alguien sin una relación actual con la víctima. Sobre los efectos abusivos del ciberacoso, escribe que:

[El acecho] es una forma de agresión mental, en la que el agresor irrumpe de manera repetida, no deseada y perturbadora en el mundo de la vida de la víctima, con quien no tiene (o ya no tiene) ninguna relación, con motivos que son directa o indirectamente atribuible a la esfera afectiva. Además, los actos separados que componen la intrusión no pueden por sí solos causar el abuso mental, pero sí en conjunto (efecto acumulativo). [6]