Eduardo Gurk
Eduard Gurk (17 de noviembre de 1801 - 31 de marzo de 1841) fue un paisajista y grabador austriaco que trabajó para la corte de los Habsburgo bajo los emperadores Francisco I y Fernando I. Fue especialmente conocido como acuarelista .
Nació en Viena. Su padre fue Joseph Ignaz Gurk (1773–1835), un pintor que se desempeñó como director de la galería de arte y biblioteca de Nikolaus II, el príncipe Esterházy . [1] Acompañó a sus padres en un viaje por el norte de Europa, finalizando en Inglaterra, donde se sintió atraído por primera vez por la pintura con acuarela. A su regreso a Viena en 1819, se matriculó en la Academia de Bellas Artes y realizó su primera exposición en 1822. Al año siguiente, junto con su padre, publicó un libro que contenía 80 vistas de monumentos y edificios vieneses, grabadas y coloreadas a mano. . [2]
Esto atrajo la atención de los altos cargos, y pronto fue patrocinado por Klemens von Metternich , quien le encontró empleo como asistente principal del pintor de la corte , Johann Baptist Hoechle (1754-1832). [2] En ese puesto, acompañó al archiduque Juan de Austria y al príncipe heredero Fernando en muchos de sus viajes, y produjo un álbum de escenas de la coronación de Fernando como rey de Hungría en 1830. [1] Tres años más tarde, él y el nuevo pintor de la corte, el hijo de Johann Baptist, Johann Nepomuk Hoechle , colaboró en una serie de acuarelas que muestran la peregrinación de Ferdinand a Mariazell .
En 1835, Fernando se convirtió en emperador y Hoechle murió inesperadamente, después de haber sido pintor de la corte durante solo dos años, por lo que se nombró a Gurk para reemplazarlo. Una vez más, gran parte de su trabajo consistía en viajar con la Familia Real. [2]
En 1840, realizó un viaje a Oriente Medio con la flota austríaca, por invitación del contraalmirante Francesco Bandiera . Desembarcando en Beirut, continuó por la costa, documentando las hazañas del Archiduque Federico , quien recientemente había sido galardonado con la Orden Militar de María Teresa . Sin embargo, cuando Gurk llegó a Jerusalén, ya enfermo por el viaje, contrajo fiebre tifoidea y murió tres días después. [1]
