altura humana
La altura o estatura humana es la distancia desde la parte inferior de los pies hasta la parte superior de la cabeza en un cuerpo humano , de pie erguido. Se mide usando un estadiómetro , [1] en centímetros cuando se usa el sistema métrico , [2] [3] o pies y pulgadas cuando se usan las unidades tradicionales de los Estados Unidos o el sistema imperial . [4] [5]
En la primera fase de la historia de la investigación antropométrica, las preguntas sobre las técnicas de altura para medir el estado nutricional a menudo se relacionaban con las diferencias genéticas. [6]
La altura también es importante porque está estrechamente relacionada con otros componentes de la salud, como la esperanza de vida. [6] Los estudios muestran que existe una correlación entre la baja estatura y una mayor esperanza de vida. Las personas de baja estatura también tienen más probabilidades de tener presión arterial más baja y menos probabilidades de contraer cáncer. La Universidad de Hawái descubrió que el "gen de la longevidad" FOXO3 que reduce los efectos del envejecimiento se encuentra más comúnmente en personas de tamaño corporal pequeño. [7] La baja estatura disminuye el riesgo de insuficiencia venosa . [8]
Cuando las poblaciones comparten antecedentes genéticos y factores ambientales, la altura promedio suele ser característica dentro del grupo. La variación de altura excepcional (alrededor del 20% de desviación del promedio) dentro de dicha población a veces se debe a gigantismo o enanismo , que son afecciones médicas causadas por genes específicos o anomalías endocrinas . [9]
El desarrollo de la estatura humana puede servir como indicador de dos componentes clave del bienestar, a saber, la calidad nutricional y la salud. [10] En regiones de pobreza o guerra, los factores ambientales como la desnutrición crónica durante la niñez o la adolescencia pueden resultar en un retraso en el crecimiento y/o marcadas reducciones en la estatura adulta incluso sin la presencia de ninguna de estas condiciones médicas.
Un estudio de las tendencias de natalidad británicas del siglo XX indicó que mientras los hombres altos tendían a reproducirse más que los hombres bajos, las mujeres de estatura por debajo del promedio tenían más hijos que las mujeres más altas. [11]
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