Humberto Costantini


Humberto "Cacho" Costantini (8 de abril de 1924 - 7 de junio de 1987) fue un escritor y poeta argentino cuya obra está llena de la rica jerga porteña . Excepto por sus años de exilio en México, su vida transcurrió en Buenos Aires y sus alrededores .

Costantini nació y murió en Buenos Aires, hijo único de inmigrantes judíos italianos que vivían en el barrio de Villa Pueyrredon. De su matrimonio con Nela Nur Fernández, tuvo tres hijos: Violeta, Ana y Daniel. Después de terminar sus estudios universitarios, se convirtió en médico veterinario . Ejerció su profesión en los campos cercanos a la ciudad de Lobería, en la provincia de Buenos Aires, donde se mudó con su esposa. Allí nacieron sus dos hijas.

En 1955 regresó a Buenos Aires y poco después nació su hijo. Trabajó en varios oficios: veterinario, vendedor, alfarero, médico investigador, etc. Debido a una feroz disciplina, trabajando "clavado a la silla", pudo escribir y reescribir todos los días.

Su primer libro de cuentos, De por aquí nomás , se publicó en 1958, y desde entonces desarrolló una extensa bibliografía que abarcó todos los géneros literarios: cuento, poesía, teatro, novela. Su obra inconclusa, Rapsodía de Raquel Liberman , relata en tono bíblico las hazañas de una prostituta judía esclavizada por la siniestra organización Zwi Migdal , hasta que se rebela contra ese destino y deja atrás esa vida. Y aquí aparece un tema fundamental, como en muchas otras obras de Costantini, fuerza que impulsa su vida y obra: "Hacer lo recto a los ojos de Jehová "., es decir cumplir con el propio destino”, como diría él. Esa actitud –de hacer lo correcto– lo llevó en muchos momentos de su vida a enfrentarse a los poderosos, como logró su heroína, Raquel Liberman .

Costantini fue víctima de persecuciones políticas y listas negras . Esa postura de confrontación con los poderosos que "Cacho" ejercía con naturalidad, sin aspavientos, como único camino posible para transitar por la vida, generó en muchos tanto odio como profunda lealtad hacia él. Con Costantini nada fue nunca insulso; uno era honesto o uno era engañoso. Hizo saber que no perdonaría ninguna reverencia.

Desde su juventud fue políticamente activo: en su época de estudiante se enfrentó a los fascistas de la Alianza Libertadora Nacionalista y militó políticamente en el Partido Comunista hasta que serias divergencias de opinión con la dirección burocrática y prosoviética le hicieron romper. Su "hacer lo correcto a los ojos..." lo motivó a admirar profundamente a Ernesto Che Guevara . En la década de 1970 militó políticamente en la izquierda revolucionaria, junto a otros escritores, como Harold Conti y Roberto Santoro, quienes fueron encarcelados por la criminal dictadura de Videla, y hasta el día de hoy continúan desaparecidos. Su novela De Dioses, hombrecitos y policías fue escrita entre momentos de miedo y fugas, en casas clandestinas a horas impensables. Esta novela fue galardonada con elPremio Casa de Las Américas por un jurado internacional y publicado en México (luego fue traducido como The Gods, The Little Guys and the Police , traducido por Toby Talbot y publicado en Nueva York con excelentes críticas). Sobre esta novela y otras obras de Costantini, Julio Cortázar dijo: “Me encanta lo que hace Humberto Costantini, y estoy lleno de confianza en su obra. Es, para mí, un escritor muy importante”.


Humberto Costantini trabajando "clavado a la silla"