Tierras de las Comunidades Nativas


Las Tierras Comunitarias Nativas ( español : Tierra Comunitaria de Origen , acrónimo: TCO ; también traducido como Tierras Comunales de Origen ), según la ley boliviana , son territorios en posesión de los pueblos indígenas a través de títulos colectivos . La creación de estos territorios ha sido un objetivo principal de los movimientos indígenas bolivianos y una iniciativa política perseguida por los gobiernos nacionales neoliberales e indígenas. Las TCO están siendo incluidas en el régimen de Autonomía Indígena Originario Campesino. A junio de 2009 , se habían propuesto 60 TCO en las tierras bajas, de las cuales 12 habían finalizado la titulación, y 143 habían sido propuestas en las tierras altas, de las cuales 72 tenían títulos definitivos.[1] Más de 16,8 millones de hectáreas han sido incorporadas a Tierras de Comunidades Nativas a diciembre de 2009, [2] más del 15% de la superficie terrestre de Bolivia.

La titulación de territorios indígenas fue impulsada por la Marcha por el Territorio y la Dignidad en julio y agosto de 1990, organizada por la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB). Esta marcha exigió el reconocimiento de cuatro territorios indígenas, el cual fue otorgado a través de Decretos Supremos emitidos el 24 de septiembre de 1990. El reconocimiento estatal se formalizó a través de la Ley de Reforma Agraria de 1993, que autorizó la propiedad de las tierras comunitarias y formalizó las Tierras de las Comunidades Nativas como vehículo para esta propiedad. La responsabilidad de verificar y otorgar títulos recaía en el Instituto Nacional de Reforma Agraria. [3]En la reforma constitucional de 1994, los derechos indígenas a ejercer "derechos sociales, económicos y culturales" a través de las Tierras de las Comunidades Nativas fueron reconocidos en el artículo 171. [4] En la Constitución de 2009, las Tierras de las Comunidades Nativas reaparecen como Territorios Indígenas Originarios Campesinos en el artículo 403. [5] Un estudio de la Fundación Tierra encontró que si bien el gobierno de Morales ha avanzado significativamente en la titulación de las Tierras de las Comunidades Nativas, se ha resistido a garantizar los derechos constitucionales de los residentes de TCO sobre el manejo de sus territorios y recursos. [6]